Fueron 15 días de relax en el balneario de Hurghada. Relax que se vio interrumpido durante un trayecto en camello. King había viajado allí con una amiga para pasar unas semanas de descanso en el resort ubicado en el Mar Rojo, pero todo se truncó el día en el que los médicos le diagnosticaron una insuficiencia renal.
Ya en urgencias, y tras serle diagnosticada dicha enfermedad, King entró en coma, por lo que se le puso una máquina de respiración asistida. Pero al parecer, según ha indicado un amigo del mismo en Daily Mail, los médicos decidieron dejar de tratar al hombre inglés tras comprobar que su seguro médico no era válido.
Y es que más tarde se supo que King no había declarado que había sido hospitalizado dos años atrás con un episodio de peritonitis, una infección bacteriana del estómago, lo que había anulado su cobertura sanitaria.
El padre del fallecido, Charles Bumford, explicó que intentaron contactar con el consulado británico hasta en 50 ocasiones mientras su hijo permanecía ingresado, pero que nadie les ayudó. “Un hombre en el hospital se paró en la habitación de mi hijo y me dijo: ‘El seguro es nulo e inválido; pagas ahora o apago las máquinas”, ha asegurado el padre de King.
Al parecer, tal y como ha explicado el padre, la cifra de la discordia fueron 7.000 libras (unos 7.900 euros). “No tenías las 7.000 libras que estaba pidiendo en ese momento. Mientras salía de la habitación comenzó a apagar las cosas”, en referencia a lo que realizó el médico.
En la investigación de los hechos, un dato que ha salido a la luz ha rebelado un detalle importante: no se le realizó autopsia al cadáver de King porque las autoridades egipcias podían proporcionar una causa de muerte. Ahora, su familia, reclama la negligencia médica.