Alrededor de 1 000 personas reciben el alta cada día en España tras superar la enfermedad y, al menos, una de cada diez tiene secuelas importantes y necesitan rehabilitación. Muchos centros hospitalarios de todo el país están adaptando sus instalaciones para crear unidades específicas o ampliar las que ya tenían. El objetivo es dar cobertura a todos esos pacientes que tienen que reaprender a respirar.
Un ejemplo es el de José. Este hombre de 69 años ya da sus últimos paseos por el Hospital Isabel Zendal de Madrid. Permaneció 22 días en la UCI y confiesa que ya tiene muchas ganas de volver a casa. "Creo que me van a dar el alta esta semana, creo", comenta ilusionado.
Después de 40 días ingresado, tres semanas en la UCI y sintiéndose "medio muerto", le es imposible contener la emoción por el trabajo que ha visto que han hecho los sanitarios. "No tengo palabras, de verdad", declara entre lágrimas. Gracias a ellos hoy puede pensar en mañana: "Me encuentro bastante bien".
Otro ejemplo es el de José Manuel. Este paciente tiene 57 años y ha permanecido ingresado en la UCI 32 días. Ahora, su ilusión en volver a jugar con sus amigos al hockey. Tras perder 16 kilos y someterse a rehabilitación, hoy respira por sí solo. "La primera bocanada de aire sin máquina en los pulmones, fue una sensación muy buena", confiesa José Manuel. En la unidad en la que se encuentra haciendo su rehabilitación, da sus primeros pasos para volver a retomar su vida.
Los médicos y los fisioterapeutas trabajan con ellos a diario. Jacobo Torres, médico internista del Hospital Isabel Zendal de Madrid, explica que estas actividades y ejercicios sirven para que puedan volver a hacer actividades tan básicas como levantarse a la cocina a por un vaso de agua.
"Ahora volver a verte a andar es volver a vivir", cuenta emocionada otra de las pacientes que está ingresada en este centro hospitalario madrileño. Ahora, todos estos pacientes se preparan para vivir y disfrutar de lo más sencillo de su nueva vida.