La comisión vaticana para las relaciones religiosas con el Judaísmo se reunirá el próximo mes de octubre en Madrid

EUROPA PRESS 24/06/2013 17:54

El Papa ha agradecido el compromiso del presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kock así como a todos los miembros de la Comisión para las Relaciones religiosas con el judaísmo, que mantienen desde hace más de cuarenta años un diálogo regular para "reforzar la comprensión recíproca y los vínculos de amistad entre judíos y católicos".

"Un cristiano no puede ser antisemita", ha añadido el Pontífice durante la audiencia, en la que ha recordado que la declaración 'Nostra Aetate' del Concilio Vaticano II "representa para la Iglesia católica un punto de referencia fundamental para las relaciones con el pueblo hebreo" y ha explicado que a través de este texto conciliar "la Iglesia reconoce los inicios de su fe y de su elección, que se encuentran, según el misterio divino de salvación, en los Patriarcas, en Moisés y en los Profetas.

Asimismo, Francisco ha precisado que el Concilio recuerda la enseñanza de San Pablo en la que "los dones y la llamada son irrevocables" y también condena con firmeza "los odios, las persecuciones y todas las manifestaciones de antisemitismo".

Por otro lado, el Pontífice ha destacado el movimiento local en todo el mundo del cual "él mismo ha sido testigo" y ha confiado que durante su ministerio como Arzobispo de Buenos Aires ha tenido "la alegría de mantener relaciones de amistad sincera con algunos exponentes del mundo judío" en las cuales han podido conversar sobre "su respectiva identidad religiosa, la imagen del hombre contenida en las Escrituras, el modo de tener vivo el sentido de Dios en un mundo en muchos lugares secularizado".

Francisco también ha revelado que ha compartido en varias ocasiones "los desafíos comunes que tienen los judíos y los cristianos" y ha precisado que sobre todo como amigos "se han enriquecido recíprocamente en el encuentro y en el diálogo con una actitud de acogida recíproca y eso ha ayudado a crecer como hombres y como creyentes". "Lo mismo ocurre en muchas partes del mundo", ha añadido.

Finalmente, el Papa ha animado a los presentes a continuar este camino "buscando, como lo están haciendo, de involucrar también a las nuevas generaciones" porque, según ha destacado, "la humanidad necesita del testimonio común a favor del respeto de la dignidad del hombre y de la mujer creados a imagen y semejanza de Dios, a favor de la paz".