La mujer que acababa de recibir una paliza de su marido delante de sus tres hijos menores, de seis, 14 y un bebé, que llevaba en brazos, negó la agresión, pero el niño de forma espontánea se lo contó a los agentes, según ha publicado El Norte de Castilla.
El maltratador fue detenido, dentro del bloque de viviendas, cuando intentaba huir de la Policía, después de que estos se personaran en la vivienda, tras el aviso de un vecino que sintió los golpes la madrugada del pasado martes.
Los agentes, que detuvieron al hombre en uno de los pisos superiores del edificio trataron de convencer a la víctima para que presentara denuncia, pero esta se negó, algo habitual en estos casos por miedo a nuevas agresiones. Sin embargo, gracias al testimonio del pequeño y la llamada del testigo de los golpes permitieron que la Policía actuara de oficio.