Seis de cada diez viviendas de Lorca son habitables

INFORMATIVOS TELECINCO 14/05/2011 09:43

Los 26 equipos de arquitectos y aparejadores que han inspeccionado la ciudad en 48 horas han marcado con color amarillo el 28,61 por ciento de las construcciones (791), que requieren reparación antes de que puedan ser ocupadas de nuevo, y sólo se permite a ellas el acceso momentáneo. El 13,63 por ciento restante (377) ha sido marcado con rojo, de tal forma que los inquilinos no pueden entrar en ningún caso.

Los grupos técnicos, han explicado las fuentes, se esfuerzan esta mañana en trabajos de consolidación de bloques y viviendas unifamiliares de color amarillo para que consigan cuanto antes el verde.

Las fuentes han insistido en que los ciudadanos pueden estar tranquilos si las viviendas ha sido señaladas con verde, pues incluso son revisadas de nuevo, una vez reparadas, para constatar que reúnen las garantías de habitabilidad.

En cuanto a las de color rojo, no se prevén demoliciones totales inmediatas, aunque las fuentes no excluyen las parciales por razones de seguridad.

Han informado, además, de la constitución de una comisión de trabajo entre el ayuntamiento y la confederación comarcal de empresarios para estudiar la posibilidad de realojos temporales en viviendas vacías que gestionan constructoras e inmobiliarias, y ver en qué condiciones se encuentran (si tienen todos los servicios o disponen de mobiliario).También se están ofreciendo distintas empresas de alimentación, albañilería y otros servicios.

Entretanto, siguen funcionando las siete mesas de información y atención ciudadana dispuestas en la Plaza de España (donde está la sede el Ayuntamiento), por las que ya han pasado más de 5.000 personas.Aparte, el consistorio ha distribuido notas informativas por toda la ciudad con información sobre cómo actuar en caso de que las viviendas hayan resultado dañadas.Las fuentes han recordado el número municipal de atención ciudadana y social (900 11 78 16) y el del Consorcio de Compensación de Seguros (902 22 26 65).

Dos nuevas réplicas

El terremoto, de 2,4 grados en la escala de Richter, apenas fue percibido por la población, pero hubo muchos que lo notaron y decidieron abandonar de nuevo su vivienda y pasar la noche en este recinto, informa La Verdad de Murcia.

"Nos han dicho que ha habido algo esta noche. Yo creo que lo he notado, pero no sé si ha sido el temblor o los tres días que llevo durmiendo en una litera", comentaba una afectada boliviana, que no quiere volver a su casa porque su hija está "aterrorizada", explica el diario murciano.

Vecinos en las calles

Las calles de Lorca muestran a varios vecinos paseando por las calles con maletas con ruedas para entrar en sus viviendas ubicadas en edificios donde pueden alojarse, pero hay también casos de personas que no quieren entrar a sus casas aún pudiendo hacerlo porque ven que presenta grietas. Hay personas que pasean con casco por las calles debido a que continúa el riesgo de que se caiga algún cascote, hay balcones que cuelgan o cristales rotos de las ventanas.

Escasos locales de venta de alimentos han sido abiertos al público, y en los que sí lo han hecho se ven en las cajas colas de personas aprovisionándose de víveres básicos como leche, pan y agua.

En la alameda de la Constitución las compañías aseguradoras han desplegado carpas para atender a clientes, y también se ve que las poquísimas cafeterías que han abierto, lo mas demandado es el tabaco. Los semáforos no funcionan y los únicos vehículos que circulan por las calles son turismos de lorquinos para meter todos los enseres que puedan de sus casas y llevárselos a la vivienda de un familiar o amigo donde se cobijan, grandes camiones del Ejército, y patrullas de la policía que vigilan la ciudad, repleta de cintas policiales acordonando las aceras de los edificios mas peligrosos.

Dos grúas con operarios están estudiando la solución que darán al campanario de la iglesia de San Francisco, sede del paso procesionario azul, ya que se encuentra en muy mal estado y corre riesgo de derrumbarse sobre otros edificios, por lo que han instalado desde ayer un andamio de contención.Por otro lado, la iglesia de Santo Domingo, sede del paso procesionario blanco, preocupa la cúpula que ha rotado sobre sí misma tras el seísmo.

La gente que ve un punto verde en el edificio de su vivienda y no se quiere quedar en sus casas lo hace porque en algún caso faltan tramos de escalera, porque la entrada está impracticable, entre otras circunstancias.