Xavier Gisbert, experto en enseñanza bilingüe: "En España tenemos que vencer el sentido del ridículo para hablar inglés"

  • Gisbert es el presidente de la Asociación Enseñanza Bilingüe

  • "Es una crítica sin fundamento decir que el nivel de las asignaturas es más bajo porque se imparten en un idioma extranjero"

  • "En ningún caso los profesores deberían ser nativos en primaria en los centros bilingües"

El sistema de enseñanza bilingüe se extiende por los centros escolares de forma imparable desde hace años. Algunos dudan de su eficacia, pero lo cierto es que los alumnos españoles hablan ahora mucho mejor inglés que hace solo unas décadas. Ante las críticas a este sistema, el presidente de la Asociación Enseñanza Bilingüe, Xavier Gisbert (1956, Tánger, Marruecos), asegura en esta entrevista con NIUS que los resultados que hay son positivos.

Gisbert defiende que los profesores en los centros bilingües no sean nativos. Además, explica que la mala fama de siempre del nivel de inglés de los españoles se debe en parte a su sentido del ridículo: "Queremos hablar inglés como Margaret Thatcher y eso no puede ser. Cada uno tiene que hablar la lengua que sea con el acento que tenga".

Pregunta. ¿Funciona el bilingüismo en los centros de la red pública en España?

Respuesta. El bilingüismo no funciona ni puede funcionar por la sencilla razón de que el bilingüismo en los centros públicos de las comunidades monolingües no existe. Lo que hay es enseñanza bilingüe. El bilingüismo es una cosa y la enseñanza bilingüe es otra. El bilingüismo se da en entornos donde los alumnos están expuestos constantemente a dos lenguas y en los colegios e institutos de las comunidades monolingües los alumnos solo están expuestos a la lengua extranjera durante el corto periodo de tiempo que están en la escuela. Por eso no se puede hablar de bilingüismo, es un error.

P. ¿Y la enseñanza bilingüe funciona?

R. Sí, por supuesto que funciona. Lleva funcionando en Madrid desde el 2004 y en el resto de las comunidades, desde los años siguientes. Y ahí donde hay resultados, estos son positivos. La enseñanza bilingüe está promovida por el Consejo de Europa desde los años 90. No es un invento casero.

P. Cuando dice que funciona, ¿se refiere a que los resultados de los alumnos ahora son mejores en inglés?

R. Funciona porque el objetivo que es mejorar las competencias lingüísticas de los alumnos se consigue.

P. ¿Mejor y más que antes?

R. Sin comparación, aunque no hay datos porque no hay evaluaciones. Solo las hay en Madrid.

P. Una de las mayores críticas que recibe el bilingüismo es que el nivel de contenidos de las materias, como Science, es menor que si se impartiera en castellano.

R. Críticas hay muchas y desde el principio. Ahora, para poder decir eso lo que habría que hacer es ver si es verdad. Comparar los conocimientos que tienen los alumnos de los centros bilingües con los de los centros que no lo son y eso no se ha hecho. Por tanto, es un atrevimiento decir algo que se desconoce. Es una crítica que no tiene ningún fundamento, porque no se ha demostrado. Lo que sí sabemos es que los resultados de la Comunidad de Madrid en Selectividad los alumnos de centros bilingües obtienen igual o mejores notas que los de centros no bilingües. Lo que quiere decir que en los de centros bilingües se dan los mismos o mayores conocimientos que en los de centros no bilingües. En la Asociación Enseñanza Bilingüe estamos haciendo un estudio que vamos a publicar próximamente donde decimos que no hay nada que demuestre que produce algún tipo de perjuicio.

P. Un estudio de la profesora de la UNED Inmaculada Serna asegura que el 50% de los profesores de secundaria no se siente a gusto explicando su materia en otro idioma.

R. Los profesores de primaria y secundaria tienen unos requisitos de acceso a los programas. Cuanto más nivel lingüístico y formación inicial tengan, más a gusto deberían estar. Lo normal es que la enseñanza bilingüe sea voluntaria. Un profesor teóricamente no puede ser obligado a impartir docencia en otro idioma. Si no está a gusto, que no lo haga, que se vaya a otro instituto o que no dé clases en el programa bilingüe. Otra cosa es que no esté a gusto no por su trabajo sino por las condiciones en las que se desarrolla su trabajo, esa es otra historia.

P. ¿Están los docentes preparados para impartir su asignatura en otro idioma?

R. La preparación de los profesores depende mucho de la comunidad autónoma y está vinculada directamente con la formación del profesorado. Si la comunidad pide un nivel de exigencia alto para acceder a los programas y ofrece una formación adecuada, habrá buenos profesores formados. Pero si el nivel de exigencia de la comunidad es bajo y no se les ofrece la formación necesaria, los resultados y las condiciones en las que se va a desarrollar su trabajo no van a ser buenos. Si a un profesor que no sabe inglés se le permite dar clases en un programa bilingüe, lógicamente, no lo va a hacer bien. Es imprescindible que la Administración se asegure que el docente tiene un nivel adecuado y que recibe la formación necesaria.

P. ¿Deberían ser los profesores nativos en primaria?

R. En ningún caso. Llevamos años luchando contra el mito del profesor nativo. En los congresos internacionales que realizamos todos los años, en dos ocasiones se ha traído al experto húngaro Peter Medges que señala que los profesores nativos no son los mejores por muchas razones. Nuestros profesores son muy buenos si les formamos.

P. Otra de las críticas es que en España se intente enseñar un idioma extranjero con la misma fórmula que se emplea en la clase de lengua española. Eso se ha demostrado que no funciona. ¿Hay que enseñar de forma diferente?

R. Precisamente, en la década de los 90, el Consejo de Europa promovió la creación de un enfoque metodológico llamado aprendizaje integrado de contenidos y lengua que permite enseñar contenidos en otra lengua. Esta es la formación que tienen que recibir todos los docentes que quieran trabajar en un centro bilingüe. El profesor que desconozca o no utilice esa metodología no lo puede hacer. Los docentes no pueden quejarse de que no haya herramientas, sino de que no se las den. Porque la metodología está ahí. Existe.

P. Ha señalado que cada comunidad tiene un programa bilingüe distinto y que cada una exige un nivel del idioma diferente a los profesores. ¿Qué comunidades lo están haciendo mejor y cuáles peor?

R. Una cosa es el programa y otra el nivel de competencia lingüística que le exigen a los profesores. Solo Madrid pide desde 2008 el nivel C1 para maestros y profesores para acceder a un programa bilingüe. Navarra incorporó este mismo planteamiento en 2013 para profesores de secundaria. El resto de las comunidades sigue pidiendo un B2. Si un profesor tiene un nivel B2, ¿qué nivel se puede esperar que alcance el alumno? Como mucho, alcanzará un B2, pero es insuficiente. Y las enseñanzas que imparta ese profesor dejarán mucho que desear porque no es un nivel adecuado para impartir enseñanzas en otra lengua.

P. Está siempre la idea de que los españoles hablamos peor otras lenguas extranjeras que otros países europeos. ¿Es eso cierto? ¿Por qué ocurre?

R. En España siempre se han estudiado lenguas extranjeras en el sistema educativo de manera obligatoria y los resultados, sin embargo, siempre han sido malos. La enseñanza tradicional de idiomas como lengua extranjera nunca ha funcionado. Afortunadamente, la enseñanza bilingüe ha venido a resolver este problema. Tantos años de estudiar idiomas de una manera inadecuada ha generado unos niveles en España insuficientes. A eso le sumamos el sentido del ridículo que tienen muchos españoles, que creen que tienen que hablar perfectamente o no hablan. En otros países hablan inglés con un acento horrible, pero lo hablan. Aquí en España queremos hablar inglés como Margaret Thatcher y eso no puede ser. Cada uno tiene que hablar la lengua que sea con el acento que tenga. Los españoles no es que no hablemos inglés, es que decimos que no lo hablamos, no nos atrevemos, pero lo podemos hablar perfectamente como cualquier otro idioma que nos propongamos estudiar.

P. Los centros intentan compensar la posible falta de fluidez del idioma de los profesores con la ayuda de los auxiliares de conversación nativos. Sin embargo, muchos docentes manifiestan que los auxiliares son más una carga que una ayuda dentro del aula.

R. Aquí el problema con los auxiliares de conversación es que lo que no quieren entender muchos maestros es que el auxiliar es un recurso, no alguien que venga a hacer su trabajo. Los maestros no se pueden quejar sino que tienen que aprender a utilizarlos como un recurso excelente. Los auxiliares de conversación permiten que los alumnos, a lo largo de su escolaridad, conozcan a seis auxiliares diferentes, de seis países diferentes, con seis culturas diferentes, con seis pronunciaciones diferentes. El problema es que muchos docentes no saben utilizar al auxiliar de conversación. Y de eso la Administración tiene mucha responsabilidad porque lo que tiene que hacer es formar a los maestros y profesores en cómo utilizarlos.

P. Un estudiante que no realiza estancias en el extranjero, ¿nunca conseguirá dominar bien otra lengua?

R. La respuesta es no, no lo necesita. Otra cosa es que sea bueno hacerlo. Hoy en día, con la movilidad que tenemos, aunque no es imprescindible salir al extranjero, es recomendable. No solo por la lengua sino por la cultura, por la formación personal… Hay que promover las salidas, los intercambios y evitar, en todo caso, mandar a un grupo de españoles todos juntos a un curso donde van a hablar en español entre ellos. Para eso sale más barato enviarles a Chinchón (Madrid) a un campamento en inglés que a Inglaterra con 30 niños juntos.

P. ¿Y poner la televisión siempre en inglés, ayuda?

R. La tele en inglés está muy bien, pero la tele en inglés existe en España desde hace muchísimo tiempo. Internet está todo en inglés. Dibujos animados en inglés tienes todos los que quieras. Hay gente que pide que sea obligatorio que la tele sea en inglés. Pero el que quiera escuchar todo en inglés no tiene ningún problema porque tiene a su alcance todos los medios de comunicación en inglés. No entiendo la obsesión de mucha gente en justificar los malos niveles lingüísticos porque se doblan las películas en España, eso es una solemne tontería.

P. Qué se puede esperar de verdad del bilingüismo, porque puede generar falsas expectativas a los padres...

R. Correcto. Y está ocurriendo porque se utiliza mal el nombre y se engaña y se confunde al hablar de bilingüismo. ¿Qué se puede esperar? Si las cosas se hacen bien, se puede esperar mucho bueno, pero si se hacen mal, poco bueno y malo. Entonces, ¿qué hay que hacer? Todas las administraciones tienen que volcarse en formación, lingüística y metodológica. Tienen, además, que poner todos los recursos necesarios, que no todas lo hacen. La Administración tiene que implicarse en los programas y no solo delegar en los centros. Y, por supuesto, hay que evaluar. La única que evalúa a todos los alumnos en cuarto y sexto de primaria es Madrid. Hay que conocer qué resultados produce lo que se está haciendo, entre otras cosas, para mejorarlos. Parece que lo único que interesa es el número de centros bilingües que va a haber cada año en cada provincia, cuando deberíamos olvidar la cantidad y dar paso a la calidad. ¿Para qué queremos más centros si no son buenos?