La política del hijo único, instaurada por el gobierno de Pekín, ha provocado una generación de padres obsesionados por la atención a sus retoños y muchos no se acostumbran a estar sin ellos cuando crecen, según publica Metro, en su versión británica.
Los padres a menudo quieren permanecer durante días - o incluso semanas - cocinando y limpiando para sus niños y así asegurarse de que están bien y son felices en su vida estudiantil.
Pero los más ansiosos son tantos que la Universidad de Wuhan en la provincia de Hubei, en la parte central del país, ha tenido que abrir su cancha para que los padres puedan dormir como puedan, acomodados en el suelo.
Un portavoz de la universidad explicó que "con mucha frecuencia no pueden aceptar que sus hijos han abandonado la casa y llegan a la universidad y a veces se trasladan al centro durante meses ofreciendose para cuidar de ellos, además de tenerlos bajo control".
La universidad puso a disposición el área deportiva después de saber que algunos de los padres estaban dispuestos a dormir en el dormitorio de sus hijos, algo que por supuesto es inaceptable". La universidad explicó que les daban una manta y un lugar para lavarse y comer gratis."