Llácer habla de fracaso generalizado y de un proyecto de superación

EL METRÓNOMO 25/04/2008 11:41

Empezando por lo ocurrido en la tarde de ayer, en el reparto de temas destaca el elegido por Esther. 'Me muero', de la Quinta Estación, fue interpretado por esta concursante en los castings, con lo cual está claro que confía en que lo puede hacer bien y seguramente ofrecerá mejores resultados de los habidos hasta el momento. El problema es que Esther no debió ver los programas previos y, por tanto, se perdió la ocasión de escuchar a Noemí Galera decir la siguiente frase: "¡Cuánto daño ha hecho la Quinta Estación a este programa!" No fue en el suyo sino en otro casting y en uno más pude escuchar a Galera pedir a una aspirante que cambiase de canción para evitar escuchar de nuevo una de este grupo. Paula busca más el efecto sorpresa y se atreve con 'Fly me to the moon' del gran Sinatra. En puridad deberían abrirse los teléfonos tras escucharles interpretar sus temas, la misma noche de la gala, para poder valorar el resultado del trabajo realizado durante la semana, que veremos si cae del lado de la dueña de Gimo (¿de gemir?) o de la última en entrar a esta academia.1

Sobre el resto de temas que veremos en la gala habrá un tema a tres y cinco duetos. Noelia cantará con Mimi y Tania G., un trío desigual en el que me hubiera gustado ver en el lugar de esta última a Sandra; a Virginia le dan el caramelito envenenado de cantar con Rubén; Reke y Chipper se encargarán de darle marcha al espectáculo; Tania S. y Manu tendrán que trabajar para no quedar demasiado descompensados dada la diferencia de calidad entre ambos; algo parecido ocurrirá en el dúo entre Pablo y Anabel; y, finalmente, Sandra e Iván están encantados de trabajar juntos esta semana, ellos son los dos líderes del grupo de los revoltosos y entre ambos hay un feeling importante.

Iván se rebela contra el papel de follonero que justamente se le está atribuyendo, tanto dentro como fuera de aquí. Ya en la comida del martes comentó algo sucedido durante la clase de de stage presence que imparte Leslie Feliciano. Parece que el profesor dijo que iban a empezar haciendo un ejercicio de memoria, pidiéndoles que dijeran su nombre. Al tiempo, hizo que repitieran también el nombre de Reke y el del propio Iván. Según contaban, terminó dirigiéndose a este último diciéndole: "Solo pido que me llaméis por el nombre que me puso mi madre". No estuve atento a esa clase y solamente cuento lo que los alumnos hablaban de este hecho, pero el caso es que la conclusión de la mayoría, verbalizada por 'la bomba' Iván, es que se refería a que no le llamasen 'negro', algo en lo que todos coincidían no había sucedido nunca.

Ayer Iván siguió insistiendo en rechazar ser convertido en el líder del grupo de los 'malos', que no obstante es aplastantemente numeroso, encontrándose fuera del mismo solamente un Chipper bastante aislado siempre (probablemente por el problema del idioma), quizá Rubén, las dos Tanias y la otra líder, una Virginia que me hace gracia siempre que muestra su extrañeza porque la llamen rara. "¿Rara yo? No entiendo" Debería reconocer que un poco sí, entre otras cosas porque en ello estriba buena parte de su encanto.2

Hablando de raros, el 'niño raro' Pablo no para de promocionar su disco aquí dentro. Siempre que puede pilla por banda a alguno de sus compañeros y le cuenta que dos días antes de entrar estaba terminando de grabar un disco en el que no toca ningún instrumento sino que aparece como compositor, letrista e intérprete. Cuenta que no aparece como Pablo López sino con ese curioso nombre artístico (Niño raro) y, sobre todo, que es un disco flipante, que está deseando lo escuchen todos porque es algo nuevo, con mucha calidad y la colaboración de unos raperos. Me encanta ver a Pablo al piano o a la guitarra acompañando y animando a cantar a sus compañeros en esas deliciosas jam sessions de las que hablé aquí un día, pero esta auto promoción me está pareciendo excesiva.

En otro momento de la comida de ayer, Esther y Reke comentan con algunos otros la visita de Belanova el día anterior. Reke dice que le gusta su estilismo pero no que llevaran gafas de sol, ya que le parece una falta de educación y además le desagrada no poder ver los ojos de la persona que tiene en frente. Esther patina de forma estrepitosa con su comentario: "Es que con los ojos tan pequeños que tienen los ecuatorianos..." Mimi la rectifica: "Son de México", pero pudiéndolo dejar ahí aquella insiste en su error, corregido y aumentado ahora: "Bueno, los mexicanos estos de Guatemala". Alguien debería de soltarla un buen "¿Por qué no te callas?" a esta concursante.

Y vuelvo al comienzo comentando el visionado de la gala, que junto a los pases de micro me parece de los momentos más importantes de la semana. Ayer Llácer estuvo perfecto, intentando comprender a su alumnado, tratando a todos con semejante cariño y con un objetivo claro: la superación. Como ya dije, su conclusión fue que salvo Reke, Sandra, Chipper y Noelia (un poco Pablo y Manu también), el resto fracasaron en la segunda gala, con lo cual se puede hablar de un fracaso bastante generalizado. Pero su planteamiento es dar la vuelta a esa conclusión y convertirla en una enseñanza, que les ayude a superarse de cara a la próxima prueba de fuego que es la gala del martes. Le faltó hacer un poco más de caso a las quejas sobre la acústica del plató, que si bien algunos pueden utilizar como excusa está claro que es un problema importante a resolver.3

Hubo lloros (Tania S., Mimi, Anabel y Esther, fundamentalmente), un nivel de autocrítica importante y también las excusas mencionadas. De entre los que realizaron un análisis más crítico con su trabajo destaca Rubén, serio y sincero. Iván no pudo reprimir su impulso de criticar a los jueces, especialmente a Evaristo y su crítica sobre vestuario o la supuesta tendencia a sobre actuar, que rechazó frontalmente. También se mostró contrariada con el análisis de la miembro del jurado Coco Comín, siendo la más reticente a reconocer sus errores y limitaciones. A pesar de lo intenso del momento, una vez terminaron el visionado hicieron una petición sorprendente al 'dilecto director' de la academia. A saber, querían que les diesen sangría para beber en el almuerzo. También ofrecieron la alternativa de un gin tonic. Lo que les faltaba a algunos.