Anita Matamoros (23 años) atraviesa uno de los momentos más complicados de su vida. Su año ha terminado de la manera más terrible, con el fallecimiento de Ringo por un accidente que ha dejado a todos consternados. Tal y como explicó Makoke, la mascota se cayó por el hueco de las escaleras de un tercer piso, provocando una serie de lesiones que le hicieron imposible continuar con vida. Ahora, la hija de Kiko Matamoros ha hablado del trauma que le ha creado este accidente y cómo la imagen se le repite una y otra vez en la cabeza.
Mucho se ha hablado de cómo ocurrió el accidente, pero la joven prefiere no entrar en detalles. Por su salud mental y porque cree que "no es necesario". Después de unos días de retiro y de desconexión en la nieve junto a un grupo de amigas y compañeras influencers, la hija de Makoke y Kiko Matamoros ha 'reaparecido' en sus redes sociales hablando a cámara por primera vez desde que ocurrió el desenlace de Ringo.
"Os voy a actualizar un poco de mi vida por aquí, hablando, porque la última vez que he comunicado con vosotros ha sido por texto. Así también me sentís más cerca y es más como lo he hecho siempre", ha expresado. Unas primeras palabras que han llegado justo antes de la it-girl entre a su sesión con la psicóloga. "Ahora tengo terapia. Tengo muchas ganas de volver a ver a mi psicóloga. A principios de septiembre me dio "el alta" y me dijo que no volviera porque estaba bastante bien y bastante fuerte, pero que podía volver si necesitaba hablar de un tema en concreto. Con lo que ha pasado con Ringo se me ha quedado un shock y un trauma", ha reconocido.
Es por eso que la profesional en salud mental le ha reconocido a la it-girl tratarse a nivel psicológico. "Básicamente, por cómo sucedió, que no os lo he contado porque creo que no es necesario tampoco. Ni me siento preparada ni creo que haga falta saberlo. Pero eso, al final cuando se apaga la luz y hay silencio mi cabeza repite y revive la imagen todo el rato y es algo con lo que no quiero estar siempre. Los traumas hay que tratarlos. Es sano, es bueno", ha expresado la creadora de contenido frente a sus más de 700.000 seguidores en Instagram, que han sido para ella una red de apoyo en esos momentos.
"Me siento fuerte y afortunada. Estoy bien y tener terapia es una suerte y me hace sentirme muy respaldada y protegida. Quiero agradeceros todos los mensajes y todo el cariño", ha señalado la hija de Makoke y Kiko Matamoros. Eso sí, no todos los mensajes que ha leído han sido positivos. Anita Matamoros también ha recibido críticas. "Sabía que iba a recibir mensajes del tipo: "no estarás tan dolida si está de fiesta", y sabía que me iban a doler porque estoy en un momento muy vulnerable y muy sensible, pero han sido pocos, gracias a Dios. Los que me seguís desde hace tiempo no me juzgáis y eso es maravilloso, así que gracias", ha puntualizado.
Un relato con el que Anita Matamoros se ha desahogado públicamente al hablar por primera vez así del accidente de su perro Ringo, y cómo ocurrió. Un terrible desenlace que le ha creado un trauma y por el que ahora está yendo a terapia, para sanar y seguir adelante sin esa imagen repitiéndose una y otra vez en su cabeza.