Marco Ferri nos enseña sus secretos para calentar las redes 💥

telecinco.es 16/08/2017 15:50

Cualquier ocasión es buena para lucir tableta

No basta con machacarte en el gimnasio para conseguir unos buenos abdominales, Marco sabe que lo más importante es lucirlos. Pero no hacerlo de cualquier manera, hay que tener la postura muy bien estudiada para que cada cuadradito quede en su sitio y la foto muestre tu abdomen como una tableta de chocolate. Aguanta la respiración y recuerda que cualquier momento es bueno para alardear de abdominales… ¡Al menos para él!

Desayuna siempre sin camiseta y enseñando torso

¿Qué café toma este chico que tan bien le sienta? Eso de desayunar sólo mirando tu tablet para ponerte un poco al día de lo que pasa en el mundo se ha terminado. Para ser un auténtico influencer aprende de Ferri y piensa que desde que te levantas es un buen momento para inmortalizarlo y enseñar cacho.

Muestra “disimuladamente” que vas sobrado de tríceps y bíceps

No basta con trabajártelos hay que saber lucirlos y en eso Marco Ferri es un experto. Aprieta bien los dientes y márcate un buen selfie asomando ‘brazaco’. Y si puedes apoyarte sobre cualquier cosa que encuentres de manera "disimulada" conseguirá que cada músculo se marque derritiendo a tus followers. ¡Ahí está el secreto para que todos se queden con la boca abierta al ver tus fotos! 💪😲

Cómprate una buena colección de bañadores

Cuantos más bañadores más posibilidades tendrás de lucirlos en tus fotos. Estampados, de colores, lisos o de ‘animal print’, recuerda que lo importante es lucirlos con mucho ‘sex appeal’. En la playa o en la piscina, Marco consigue incendiar sus redes cada vez que enseña su cuerpazo en traje de bañador.

Enternece a los fans enseñando tus mascotas

¿Hay algo más tierno que alguien amante de los animales? Sólo así conseguirás que comparen quién de los dos tiene los ojos más bonitos o tu gato o tú. Marco Ferri no duda en enseñar a sus mascotas en redes provocando que a sus followers se le caiga la baba cuando ven a su perrito darle un lametazo en forma de beso. Seguro que más de uno o una pensará: “Quién fuera perro…”

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