No nos hemos dado cuenta de lo que ha cambiado este país, yo salía con miedo y pavor por los sitios de ambiente gay. Ahora se vive con total libertad. A mi padre nunca le pude decir nada, era de los que decía “yo prefiero un hijo muerto, a un hijo maricón”. Esto se ha frivolizado, pero ha habido mucho sufrimiento detrás, y yo soy afortunado.