David Ferrer y Rafa Nadal no sólo estuvieron pendientes del cielo de París. La lluvia amenazaba pero no no fue lo único que inquietó a los dos tenistas españoles durante la final. Dos hombres protestaron en lo más alto de la grada de la Philippe Chatrier en contra de la ley aprobada por el Gobierno francés a favor del matrimonio homosexual, según informa Reuters.
Con una pancarta en la mano y varios gritos en contra de la ley, la seguridad de Roland Garros tuvo que desalojar a los dos aficionados. Esa fue la primera interrupción del partido. No fue la única. Cinco minutos después, un hombre saltó a la arena de la pista central con una bengala, obligando a la seguridad a intervenir de nuevo.
Rafa Nadal agradeció el gesto de un hombre de seguridad por la rapidez con la que intervinieron y el partido pudo reanudarse minutos después.