Carmen Bazán: "Mi sueño sería quedarme en la talla 44 o 46 como mucho"

Carmen Bazán, madre de Jesulín de Ubrique, se ha convertido en la nueva colaboradora de 'Sálvame' con un reto: cambiar por fuera y por dentro. No viene a hablar de su pasado, tampoco de su familia, sino que quiere perder esos kilitos de más que no puede quitarse. El viernes 11 de enero, Carmen hablaba en directo con Paz Padilla y le confesaba estar un poco nerviosa, sobre todo tras ver y escuchar a su nueva entrenadora personal. Carmen utiliza una talla 50 de ropa y pesa 87 kilos, su objetivo es perder al menos 12 y para ello no solo tendrá que hacer deporte, también tendrá que prescindir de algunos alimentos como el chocolate. "Estoy dispuesta y quiero hacer régimen", declaraba Carmen.

Y el día ha llegado. Desde una sala VIP Carmen Bazán saludaba a Jorge Javier Vázquez. Decía encontrarse bien aunque "un poquito gorda", el presentador le advertía que si adelgazaba y se sentía más atractiva le podía salir algún novio, "a ver si me sale", decía ella, aunque también daba la razón a J.J. cuando le decía que si no tiene novio es porque no quiere: "ahí no te equivocas mucho", decía entre risas.

Con su llegada al programa, Carmen Bazán se ha encontrado con Belén Esteban, la madre de su nieta. Se han visto en maquillaje y el encuentro ha sido para Carmen "muy bonito". Belén le decía que no tuviera miedo y que confiara en la dirección y contaba una anécdota: "Mi hija me ha dicho 'mamá qué fuerte que trabajes con mi yaya Carmen en 'Sálvame".

Finalmente, el presentador acudía a su encuentro en el camerino. Carmen le contaba en durante el camino al plató que ha engordado siete kilos aunque los dulces no son el problema, es más el pan. Ya en plató, Carmen Bazán bajaba las escaleras ante el aplauso del público y se fundía en un abrazo con Belén Esteban.

A solas con Jorge Javier Vázquez, declaraba ser tímida en televisión y nos contaba su objetivo: "Mi sueño sería quedarme en la talla 44 o 46 como mucho". Para ella, su punto débil es "la fuerza de voluntad" pero está decidida a conseguirlo: "me voy a poner las pilas". Contaba que a lo largo de este tiempo "habré hecho más de 100 dietas", pero las acaba demasiado pronto: "las empiezo los lunes y las acabo los jueves".

"Creo que si adelgazo los hombres se fijarán más en mí", decía entre risas. Carmen explicaba que a veces se siente "más ama de casa que mujer" y le gustaría sentirse más guapa y sexy. Sin embargo, quería dejar claro que su objetivo no es encontrar pareja, sino sentirse mejor.

Carmen vive sola, algo a lo que le costó acostumbrarse dado que durante años vivió en una casa "con 14 o 15 personas". Sin embargo, no le falta compañía: "De día vienen a comer mis hijos", algo que le encanta. El peor momento del día para ella es la tarde "cuando ya te ves sola, te da miedo… pero ya lo llevo bien", Carmen se declaraba algo miedosa, tiene miedo a la noche, sin embargo, no le cuesta dormir.

Le encanta comprarse ropa, pero tiene un problema: "Me encanta, pero cuando veo algo que me gusta y no es mi talla me da coraje". Ahora mismo, su talla es la 50, pero cree que debería ser las 46, el año pasado perdió siete kilos pero los ha recuperado, eso sí, quería dejar claro que no tiene complejos: "en la playa no, siempre voy en bikini".

Entonces entraba en plató la encargada del cambio de Carmen, Melu, su entrenadora personal. "Tiene que pensar en ella misma, será una nueva mujer", decía. Cree que lo que le falla es la disciplina, tanto en el entrenamiento como en la alimentación. A su juicio, Carmen tiene que perder entre 12 y 15 kilos: "Se puede, estoy aquí, te voy a ayudar en todo lo posible", le decía.

El primer paso será acudir al médico: "Vamos a reconocerla en un médico, a ver cómo está de pulso, de tensión" y luego se pondrá en sus manos. Se acabaron los huevos fritos y comenzará con una cena escueta. Pero hay más. 'Sálvame' ha dado una cámara a Bazán para que grabe desde casa su evolución. Además, tendrá la ayuda de una coach, una entrenadora que estará a su lado.

Tocaba subirse a la báscula. Carmen y Melu decía: "se va a quedar estupenda". Empieza el reto.