Gustavo González fotografiaba a Mila Ximénez y a Kiko Matamoros con una intención: un experto en 'Photoshop' retocaría las imágenes. Mientras a Kiko le ponían más músculos; a Mila le suavizaban las marcas de expresión. Matamoros no comentaba nada al respecto, pero Mila quedaba encantada con el resultado.