Por qué nos gusta Karmele Marchante

TELECINCO.ES 10/08/2009 19:18

ESTILO IMPACTANTE: Un día apareció orgullosa llevando un vestido de su abuela. Un gusto 'vintage' que marida con elegancia con unos peinados modernos e inigualables.

FEMINISTA HASTA LA MUERTE: Siempre protesta contra el maltratador y forma parte del 'Club de las 25', un grupo que se reúne una vez al mes en el Hotel Palace de Madrid para analizar la actualidad desde un punto de vistas progresista y contra la discriminación.

BUENA AMIGA: Fue quien acogió a Miriam Sánchez cuando sus problemas con Pipi, aún por resolver y aclarar, llegaron a un punto insoportable. Con su actitud, demostró que es alguien en quien se puede confiar.

UN PASADO ESTIMULANTE: Cada vez que cuenta lo bien que se lo pasaba de joven en Barcelona más nos damos cuenta de que tiene un pasado irresistible. Es alguien que vivió como pensaba para no terminar pensando como malvive. "He hecho muchas cosas en los baños de mujeres", su divisa.

ORADORA DE EXCEPCIÓN: Aún suena en nuestros tímpanos vibrantes su discurso el Día del Orgullo Gay en contra de la superficialidad de un desfile basado en la imagen y en los cuerpos 'Danone'.

SUS DIADEMAS: No todo el mundo hace uso de esta singular prenda. Menos es más, cuida el detalle y no hay día que no nos sorprenda ataviada con sus diademas.

IDEOLOGÍA INCORRUPTIBLE: Hemos visto cómo la rodeaban con banderas rojigualdas cuando España jugaba la Copa Confederaciones, pero ella no desiste: es votante de Esquerra Republicana de Catalunya y no claudica y menos si la provocan.

ENAMORADA DEL ARTE: Sabemos que adora sumergirse en la vasta colección de expresiones del alma humana de la Historia del Arte. Señal de cultura y sensibilidad en unos tiempos que corren un tanto oscurantistas.

IMAGINARIO POPULAR: Lo mismo que 'quién me pone la pierna encima', o 'así son las cosas y así se las hemos contado', gracias a Karmele ponemos punto en boca a nuestros contertulios cuando perdemos la paciencia con un: "¡que te calles Karmele!"

DON DE LENGUAS: Y, por último, su punto fuerte: El oral. Domina el francés a la perfección, entre otras lenguas, pues tuvo un marido de nacionalidad islandesa.