Mila Ximénez no es la única que necesita un parón: las otras ‘espantadas’ de los colaboradores de ‘Sálvame’

No es la única que necesita un descanso. Mila Ximénez acusa una etapa de tristeza en la que se le hace muy cuesta arriba ir a trabajar, cree que ha llegado el momento y que tiene que tomar una decisión, Jorge Javier Vázquez le preguntaba si lo que necesita no es solo un descanso y ella no lo sabe, pero lo cierto es que no es la primera colaboradora de ‘Sálvame’ que necesita irse para luego volver con fuerzas renovadas.

Fue una de las más emotivas y sucedió tras una marcha, también temporal, de Belén Esteban. En su regreso, la colaboradora se abrazó largamente a Kiko Hernández y es que, meses antes, habían protagonizado un fuerte encontronazo. Pasados los días era Kiko quien refelxionaba y tomaba una decisión. Se encontraba mal a nivel psicológico y tenía que ponerse en manos de un terapeuta para volver a ser el Kiko de siempre.

Esta salida es mucho más reciente. Su separación con Makoke y la polémica posterior pasaron factura a Kiko Matamoros que, tras una discusión con Mila Ximénez, se marchó del plató. Lo que no sabíamos entonces es que se iba para no volver… Hasta que pasaron unos meses y se reincorporó al programa, eso sí, no como colaborador sino como encargado del ‘Club del espectador’.

Harta de polémicas con su hermana y con cansancio arrastrado desde hace años, Terelu Campos se marchó de ‘Sálvame’ cuando menos lo esperábamos. Estaba defendiendo a su hermana Carmen Borrego que, tras sufrir un ‘tartazo’ de Payasín durante su participación en el reality ‘Sálvame Okupa’, alegó una lesión cervical que le impedía acudir a su puesto en el programa. Todos criticaban a Carmen y Terelu, harta, se marchaba para no volver.

Todo empezó con una llamada de Isabel Pantoja a ‘Sálvame’. Un momento histórico en el que la tonadillera habló de su hija, de su relación como madre y de la participación de Isa en ‘Supervivientes’. Sin embargo, tuvo un lado negativo: según Kiko Hernández, Kiko Rivera llamó a su prima Anabel para culparle de intentar rentabilizar esta llamada.

La propia Anabel negó la historia en una llamada telefónica al programa pero, minutos después, envió un mensaje a la ‘cúpula’ del programa diciendo que necesitaba un descanso y quería dejar su puesto. Lo hizo, pero su marcha fue muy momentánea: apeas duró unos días.

Raquel Bollo también necesitó un parón. Tras años de polémicas y cuando todo estaba en calma, la colaboradora decidió marcharse. Lo hizo recibiendo llamadas emotivas, recordando lo bueno y lo malo, y dando las gracias. De hecho, reconoció que se encerró en sí misma en épocas malas: “He tenido mi parte de responsabilidad, si hubiera dicho a mis compañeros ‘os necesito’, estoy segura de que les habría tenido, pero no lo he hecho”.

Casi dos años después, una renovada Raquel Bollo se reincorporó feliz al equipo y lo hacía sin luchas ni miedos porque sus fantasmas del pasado habían desaparecido.