Tras serle concedido el tercer grado penitenciario por enfermedad, Julián Muñoz disfruta de la libertad en Marbella, donde se recupera “con tranquilidad y sabios cuidados”. Julián hace deporte en uno de los establecimientos más exclusivos de la ciudad, acude a broncearse la piel y disfruta de tardes de chiringuito con amigos, según publica el diario ABC.