Francisco Riquelme es el registrador que ha guardado la plaza de Mariano Rajoy desde hace 28 años y ayer mismo le devolvió su puesto en Santa Pola, moviéndose él a una oficina de Orihuela. Ha asegurado que estos movimientos "son normales" en la vida de los registradores de la propiedad y que, como "viejo amigo", le ha dado estos consejos a Rajoy: "Le he dicho que lo tome con normalidad, que se apoye en los compañeros, porque lleva mucho tiempo fuera y es normal que le cueste un poco. Les tiene a ellos y también me tiene a mí para lo que necesite".