Diego Teribia fue víctima de una suplantación de identidad después de que le robaran la cartera que tenía en su coche. Al poco tiempo, empezó a recibir llamadas de créditos concedidos por valor de 2.500 euros que él no había pedido y cuyos gastos debía pagar. Afortunadamente, la policía intervino y detuvo a los ladrones, que ahora se encuetran a la espera de juicio.