La 'ginkana' de los béticos para llegar a Breslavia: avión, tren, coche y autobús en un viaje de ida y vuelta
Miles de aficionados béticos han viajado a la ciudad polaca de Breslavia para ver a su equipo jugar la gran final
Aficionados del Betis y el Chelsea se enzarzan en una pelea en el centro de Breslavia, Polonia, antes de la final de Conference League
SevillaA las 3:00 de la madrugada del martes sonó el despertador. Era la señal que Rafa, Juanma, Kiki y Carlos llevaban días esperando. El periplo hacia un sueño acababa de comenzar.
Este grupo de amigos de la infancia ha vuelto a unirse para realizar el viaje más ilusionante que recuerdan: acompañar al Real Betis Balompié a jugar su primera final europea.
Más de 3.000 kilómetros separan Bollullos Par del Condado (el pueblo de Huelva donde viven) de Breslavia, la ciudad de Polonia en la que tienen la gran cita verdiblanca. "Fuimos en coche al aeropuerto de Faro, desde donde cogimos un avión hasta Copenhague". Allí, y tras dos horas de un frío intenso que no esperaban (en Andalucía el calor está haciendo de las suyas), se embarcaron hacia Cracovia.
Así que por el momento llevaban hecho un Huelva - Faro - Copenhague - Cracovia, en un mismo día y sin tiempo de respiro. Quedaba el último empujón: "alquilamos un coche y condujimos casi 300 kilómetros hasta llegar a Breslavia". Lo habían conseguido.
Un viaje inolvidable
Ya están en el destino final y desde allí cuentan que acaba de llegar Antonio: "ha tenido que salir un día más tarde por el trabajo", dice uno de los amigos. El caso es que ha tenido que superar una ginkana muy parecida, como los miles de béticos que ya cantan unidos el himno de sus colores en el centro de Breslavia.
Cinco amigos de la infancia que ahora peinan alguna cana y que van a aprovechar estos días para escribir un nuevo capítulo de su historia juntos. En ese libro tendrán que escribir que uno de ellos se ha dejado bigote porque cree que le dará suerte, que Rafa lleva consigo un amuleto que le ha prestado Olivia, la hija de Carlos, para que se acuerden de ella, que Antonio lleva el ordenador portátil para no desatender del todo el trabajo, o que Juanma y Kiki han gastado días de vacaciones para animar al equipo de sus amores.
Del dinero que se han gastado ni hablan, porque ¿quién le pone precio a ser testigo de un día histórico? (pero de más de mil euros va la cosa). Además estos bollulleros se apuntan el tanto de haber vaticinado lo que parecía imposible: "reservamos la habitación de Breslavia cuando el Betis se clasificó para octavos de final", confiesan. Visionarios que aseguran haberse "liado la manta a la cabeza" para vivir lo inolvidable.
Un parto inminente y un vuelo directo
Antonio Cruz acaba de aterrizar. Ha cogido un vuelo directo desde Sevilla hasta Breslavia y en cuanto acabe la final hará lo mismo de vuelta. Un viaje mucho más ordenado y rápido, pero es que él tampoco se la puede jugar mucho en este partido: su mujer está a punto de dar a luz a su segunda hija.
"En mi defensa diré que ayer el ginecólogo nos dijo que todo está bien y que no tiene por qué adelantarse", aunque Alicia luce ya barriga de 38 semanas de embarazo. Así que con los dedos de una mano cruzados para que el bebé llegue a término y los de la otra para ver a su equipo levantar la copa, Antonio asegura que "no podía perderse algo que es difícil que vuelva a repetirse".
Recorriendo Europa con el Betis
Solo tiene 22 años pero Beatriz Ruiz ya sabe lo que es viajar con su equipo por Europa, porque lo ha acompañado siempre que ha podido. Aún así reconoce que ninguno es comparable al que acaba de echar en la mochila: "19 horas de viaje para llegar a Breslavia".
Otra ginkana: "hemos ido en coche desde Sevilla hasta Málaga, allí cogimos un vuelo a Budapest donde nos embarcamos hacia Varsovia", para terminar cogiendo un tren hasta la meta. Otro grupo de béticos que lo ha conseguido.
Un viaje frustrado por overbooking de la compañía
Ellos al menos ya están pisando suelo polaco, que no es poco. Desde el pasado lunes y hasta hoy, van a salir desde Sevilla 48 vuelos directos a Breslavia, así que en el aeropuerto se han visto historias de todo tipo.
La peor, la de algunos aficionados que han vistos sus ilusiones frustradas por una compañía aérea : "yo soy uno de los afectados que al no poder coger ese vuelo, perdíamos el vuelo desde Barcelona a Berlín" dice un usuario de X en respuesta a un mensaje de la compañía en cuestión.
Según denuncian, varios aficionados se habrían quedado en tierra afectados por el overbooking de un vuelo que hace tambalear a todo el tablero posterior. Por delante pocas horas para arreglarlo, porque a las 21:00 horas tendrá lugar el partido de la final de la UEFA Conference League entre el Real Betis y Chelsea FC.
Pase lo que pase, allí están todos los béticos (que han podido) para cantar su canción.
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