El demoledor informe de la Guardia Civil sobre la muerte de Fuente Clara en Huelva: “Una negligencia extrema”
El informe de la Guardia Civil sobre el accidente mortal con equinos implicados que costó la vida a una joven de Huelva, confirma que existió una negligencia extrema por parte del dueño de los animales
Un padre pide medidas contra mulos sueltos en carreteras: "Mi hija murió al chocar con dos"
Huelva"A mi hija me la mataron y ahora solo quiero justicia". Es la petición de José Antonio Cabrera, padre de Fuente Clara, la joven de 25 años que falleció en abril de 2024 en un accidente de tráfico al cruzarse un equino en la carretera que une Rociana del Condado con Bonares, en Huelva. Su madre, que conducía el vehículo, resultó herida.
Más de un año después de aquella tragedia, el informe de la Guardia Civil resulta demoledor: los animales estaban sueltos, sin control, y vivían en una finca sin comida ni agua. El documento, elaborado por el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT), concluye que hubo una “negligencia extrema” por parte del dueño, que además negó inicialmente ser el propietario de los caballos.
José Antonio Cabrera, padre de la víctima no oculta su indignación y a la vez desahogo. “Yo ya lo sabía porque los vecinos me lo habían contado siempre, pero ahora hay un informe que lo confirma y sabemos que los animales estaban sueltos, en condiciones deplorables, abandonados y hambrientos. Es continuo maltrato animal”, denuncia. “Este informe supone un antes y un después en la causa”.
Ni perdón ni arrepentimiento
Según el documento que ha revelado el padre de Fuente Clara, los equinos llevaban días sin cuidados, lo que pudo empujarlos a escapar y acabar invadiendo la carretera. Una afirmación que da la razón a lo que la familia venía denunciando todo este tiempo: "lo hacía de forma reincidente y lo ha seguido haciendo", lamenta.
Un dolor al que hay que sumarle la falta de empatía del presunto responsable, ya que según la familia onubense, jamás ha mostrado arrepentimiento ni ha pedido perdón por la parte de responsabilidad que le toca.
La familia se ha personado como acusación particular y piden cuatro años y medio de prisión para el propietario de los animales. “Yo no volveré a ver a mi hija jamás, me la mataron, mi familia está muerta en vida, y ahora solo pido justicia”, insiste su padre.
La Asociación Fuente Clara
Pese al dolor, la familia Cabrera ha canalizado su energía en una causa que les mantiene en pie. Desde la asociación que lleva el nombre de Fuente Clara trabajan para evitar que se repitan tragedias similares. “Queremos que se acabe con la costumbre de dejar animales sueltos sin control, porque ya hemos visto lo que puede pasar”, apunta.
Con este nuevo paso en la fase de instrucción, la familia mantiene viva la esperanza de que el caso no quede impune. “Tenía esperanzas, y ahora solo quiero justicia para mi hija”.