"Workation" en la España vaciada: 5 pueblos con encanto y buena fibra óptica para teletrabajar y ahorrar
El concepto de workation, que no es otra cosa que la combinación de trabajo remoto y vacaciones
La verdad de los nómadas digitales en España ante un horizonte lleno de interrogantes
El teletrabajo ha dejado de ser la excepción, para convertirse en un modo de vivir y trabajar. ¿Y si tu oficina estuviera entre montañas, huertos o plazas silenciosas?”
El concepto de workation, que no es otra cosa que la combinación de trabajo remoto y vacaciones, ha encontrado un aliado inesperado en la España vaciada. Mientras el éxodo rural parecía irreversible, el avance de la fibra óptica, la calidad de vida más allá de las grandes ciudades y el impulso de plataformas de atracción de talento están reescribiendo el mapa del empleo a distancia. Hoy, existen múltiples pueblos pequeños y poco poblados que no solo son capaces de ofrecer silencio y vida lenta, sino también alta conectividad, vivienda a precios asequibles y una incomparable sensación de comunidad.
El Observatorio ASTEO lo cuantifica: un 66% de las zonas rurales españolas ya dispone de cobertura de fibra y una de cada cuatro personas con empleo puede trabajar desde casa. Además, según el mismo informe, el 47% de los teletrabajadores asegura que la calidad de la conexión condiciona sus decisiones de residencia.
A esta infraestructura se suma la iniciativa gubernamental Conéctate35, que ofrece conexión por satélite por 35 euros al mes, con hasta 200 Mbps de velocidad y alta gratuita hasta diciembre de 2025. Una oportunidad concreta para todos aquellos que sueñan con mudarse a zonas despobladas sin renunciar a su rendimiento laboral.
Plataformas para hacer realidad este sueño
La plataforma Rooral lleva desde 2020 ofreciendo experiencias de trabajo remoto en pueblos de la España interior. “Queremos demostrar que se puede vivir mejor en comunidad, con conexión y propósito”, dicen desde el colectivo. Ya se cuenta por cientos los teletrabajadores que han tenido la oportunidad de cambiar de vida en una docena de pueblos piloto como Benarrabá (Málaga) o Uleila del Campo (Almería), donde se combina alojamiento, conexión y participación local.
Otras iniciativas como la Red Nacional de Pueblos Acogedores para el Teletrabajo, impulsada desde la web oficial de turismo de España, permiten encontrar municipios con cobertura wifi o 3G/4G, centros de salud, tiendas, espacios coworking o escuelas, incluso si no superan los 5.000 habitantes.
Cinco pueblos con encanto y buena conexión para teletrabajar en España
Pero hablar de la teoría no es tan importante como demostrarlo en la práctica, y por eso precisamente hemos elegido cinco ejemplos concretos de pueblos de menos de 5.000 habitantes que combinan belleza, calidad de vida y conectividad.
1. Fresno de Sayago (Zamora)
Con apenas 250 habitantes, este municipio ofrece conexión 5G y pertenece a la red de pueblos que colaboran con la Junta de Castilla y León para atraer población. El entorno natural de Arribes del Duero lo convierte en un oasis verde para trabajar en silencio.
2. Riu de Cerdanya (Lleida)
Situado en la comarca catalana de la Baja Cerdaña, cuenta con fibra óptica de alta velocidad y ha sido elegido como uno de los destinos favoritos para workation. La oferta de senderos, esquí y entorno pirenaico es un plus para los más activos.
3. Anguciana (La Rioja)
Este pueblo vinícola combina conexión moderna y tradición rural. La red 5G permite teletrabajar con fluidez, mientras que los paseos entre viñas o por el río Tirón prometen pausas reparadoras.
4. Labastida (Álava)
Es uno de los enclaves más sugerentes de Rioja Alavesa. Tiene fibra y 5G, acceso a transporte público, bodega, gastronomía y paisaje. Pertenece también a la red de Pueblos Acogedores.
5. Benarrabá (Málaga)
Dentro del Valle del Genal y con apenas 400 habitantes, este pueblo forma parte del programa Rooral. Además de buena conexión, ofrece alojamiento temporal, integración con la comunidad y naturaleza a un paso.
El coste de la vida en esta localidades varía, aunque el coste medio de alquiler en estas localidades oscila entre 250 y 450 euros mensuales, frente al mínimo de 900 a 1.200 de pisos pequeños o compartidos en ciudades como Madrid o Barcelona. A ello se suma un gasto medio en alimentación y servicios considerablemente inferior.
La fibra óptica rural tiene precios equivalentes a los urbanos (30–40 €/mes), y si se opta por el plan Conéctate35 del Gobierno del que ya os hemos hablado, se pueden lograr ahorros netos de hasta el 40% en costes de vida, según estimaciones.
No todo es idílico: algunos retos a considerar
Eso sí, siempre hay que tener presente que no todo en el workation rural son ventajas. Algunos pueblos aún carecen de espacios de trabajo compartido, hay escasa vida nocturna o cultural en ciertos meses y los servicios sanitarios o escolares pueden estar más lejos. Aun así, la progresiva digitalización rural está reduciendo estos déficits, y muchos teletrabajadores los compensan con calidad ambiental y tiempo libre.
Según los impulsores de Rooral, el perfil tipo del workationer suele ser alguien entre 30 y 55 años, profesional autónomo o con contrato remoto, interesado en una vida más sostenible. “No vienen solo a trabajar; vienen a construir otro modo de vivir”, explican.