Acceso a la universidad 2025

Estas son las diferencias más sorprendentes entre las PAU de distintas comunidades

La lengua cooficial es uno de los aspectos diferenciadores. Europa Press
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MadridLa Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) es un examen crucial para aquellos estudiantes en España que quieren acceder a la educación superior. Aunque existe un marco común que ha establecido el Ministerio de Educación, donde se establecen tanto asignaturas como fechas, cada comunidad autónoma tiene capacidad de adaptar ciertos aspectos de la prueba, lo que puede generar diferencias significativas en términos de dificultad, estructura de los exámenes y criterios de evaluación.

Fechas de los exámenes

Una de las diferencias más significativas entre las comunidades autónomas es la programación de las fechas de los exámenes. Mientras que en la mayoría de las regiones se celebra la convocatoria ordinaria entre el 3 y 5 de junio, otras comunidades como Canarias o Cataluña optan por fechas ligeramente distintas, celebrando su convocatoria ordinaria los días 4, 5, 6 y 7 de junio en Canarias y los días 11, 12 y 13 de junio en Cataluña. Por otro lado, Madrid añade un día más de exámenes el día 6 de junio.

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La convocatoria extraordinaria también tiene variaciones, y la mayoría de comunidades la realizan entre el 1 y el 4 de julio, excepto Asturias que la realiza del 7 al 9 de julio. Sin embargo, Cataluña opta por hacerla en septiembre y Navarra elige convocarla a finales de junio.

Lenguas cooficiales

En comunidades con lenguas cooficiales como Cataluña, Galicia, el País Vasco y las Islas Baleares, los estudiantes deben realizar un examen adicional de Lengua Cooficial y Literatura II. Esta prueba se suma a las obligatorias y es evaluada como el resto de materias.

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Estructura y tipo de preguntas

Recientemente, las universidades españolas han acordado una estructura común para los exámenes de la PAU, estableciendo directrices sobre el tipo de preguntas, su corrección y el componente competencial. Aunque se ha conseguido armonizar 32 de las 35 materias, se ha descartado unificar los contenidos debido a la diversidad cultural entre comunidades autónomas.

Este año se han introducido una serie de elementos comunes, como que las faltas de ortografía penalicen al menos un 10% en materias que necesiten un desarrollo escrito como Historia o Filosofía. Por otro lado, se consensuó que para sacar la máxima nota, los estudiantes deberán haberse estudiado el temario completo. Esto quiere decir que al contrario de los exámenes previos a la pandemia, va a haber una reducción importante de la optatividad.

Además, se ha decidido aumentar el componente competencial en muchas asignaturas de cara a 2026, con porcentajes que van a variar dependiendo de la materia. Por ejemplo, en Historia de España, el ejercicio será competencial en al menos la mitad de las preguntas, pero podría llegar al 100%. En Historia del Arte, será más del 80% del examen. En Lengua Castellana y Literatura será del 70%. El mismo porcentaje que en Historia de la Filosofía y Alemán. En Geografía, la competencialidad queda fijada en el 50% y en Matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, en el 40%.

Por otro lado, en Inglés o Francés se situará entre un 20%-25%, un porcentaje que llama la atención por ser muy bajo, y que plantea la duda sobre qué entiende cada una de las comisiones de especialistas por competencialidad, ya que los ejercicios de Lengua Extranjera suelen ser de por sí, bastante competenciales.

Criterios de corrección y calificación

A partir de este año, se van a aplicar criterios mínimos comunes sobre corrección y calificación en todas las comunidades autónomas. Pero, anteriormente, estos criterios han variado. En Madrid, la exigencia en la redacción y la ortografía es alta, algo que puede influir negativamente en la nota y en Extremadura, un examen con 5 faltas de ortografía se considera suspenso, sin embargo, en Baleares no se penalizaban estos errores.

En cuanto a las indicaciones a los correctores, en años anteriores, había comunidades que solo lo hacían por encima, mientras que otras, daban directrices mucho más específicas.

Con la ponderación de las asignaturas específicas, las cuales permiten mejorar la nota a los estudiantes, sigue habiendo diferencias entre comunidades autónomas, ya que la encargada de establecerla es la propia universidad.

Modelos de examen

Aunque se ha avanzado hacia una mayor homogeneidad en la estructura de los exámenes, cada comunidad autónoma mantiene ciertas particularidades en la distribución y el contenido de las pruebas. En algunas comunidades autónomas se han publicado modelos de examen específicos que reflejan las adaptaciones locales, mientras que en otras se siguen las directrices generales acordadas a nivel nacional.

Dificultad percibida de las pruebas

La dificultad percibida de la PAU también varía entre comunidades. Mientras que Castilla y León es una de las comunidades autónomas donde la PAU se considera más difícil, con exámenes más exigentes y extensos, sobre todo en materias como Historia de España y Matemáticas. Sin embargo, en comunidades como Andalucía o Canarias, las preguntas suelen ser más cortas y directas, algo que puede facilitar al estudiante conseguir una buena puntuación.