¿Es esta la receta para hacer llover? Las cargas eléctricas podrían ser la clave para sembrar nubes

La siembra de nubes se ha practicado en el mundo durante varias décadas. Desde la década de 1940, se ha utilizado el yoduro de plata para producir “lluvia artificial”, no obstante este químico tiene bastantes limitaciones. Ahora, una nueva investigación sugiere que la clave para hacer llover en zonas con sequía es una descarga eléctrica que aumente las fuerzas de atracción entre las gotas.

La carga entre las gotas de agua de la atmósfera no es constante, pero “cualquier variabilidad en la carga entre las gotas conduce a una atracción media neta entre las gotas”, explica el nuevo estudio llevado a cabo por meteorólogos de la Universidad de Reading, en Inglaterra, que acaba de ser publicado en la revista Proceedings of the Royal Society A.

¿Cómo funciona la siembra de nubes con descargas eléctricas?

Esa atracción entre las gotas de lluvia explica por qué llueve, lo cual facilitará la tarea de “sembrar nubes” con descargas eléctricas, que tradicionalmente se hacia con yoduro de playa. El método comenzó a probarse el año pasado. El proyecto contó con la financiación de Emiratos Árabes Unidos (EAU) para “volar drones equipados con ionizadores hacia las nubes y liberar de cargas positivas y negativas en el aire”, según publica The Guardian. “Los nuevos resultados les ayudarán a afinar estos experimentos, potencialmente para encontrar formas de acelerar la formación de lluvia donde se necesita”.

Las nubes no faltan en los EAU, no obstante la lluvia es muy escasa a lo largo del año, como ocurre en muchas otras partes del mundo. Las gotas de agua que componen las nubes necesitan ser persuadidas para fusionarse y, cuando son lo suficientemente grandes, caer a la superficie. Este empujón se lo dará la descarga eléctrica de los drones.

En un mundo donde tanto las sequías como las inundaciones son cada vez más comunes, manipular el clima podría salvar millones de vidas, aseguran los defensores de la siembra de nubes. La cuestión que todavía queda por resolver es cómo afectará la producción de lluvia artificial a las regiones cercanas al experimento, dado que se desconoce si puede afectar a los patrones de precipitación.