Las 'kellys' bilbaínas no tragan con la externalización impuesta por los nuevos dueños del Hotel Indautxu: "Que se coman ellos la cesta de navidad"
Se oponen a la externalización impuesta e inician una nueva huelga hasta el día 23
Las ‘kellys’ pactan reducir la jornada a las mayores de 58 años de una cadena hotelera de Baleares
BilbaoEste otoño, el emblemático Hotel Indautxu de Bilbao ha cambiado de dueños, pasando de estar en manos de Silken a ser propiedad de la primera cadena hotelera de España, Eurostars Hotel Company, perteneciente al Grupo Hotusa, con “más de 400 hoteles”, por todo el mundo.
Un gigante que, en desembarco en la capital vizcaína, ha encontrado una inesperada china en el zapato. Se trata de 17 trabajadoras, todas ellas camareras de piso, que se oponen a que la externalización impuesta por los nuevos propietarios y han iniciado una nueva tanda de huelga hasta el próximo 23 de noviembre: ellas quieren seguir perteneciendo al hotel. David contra Goliat.
“Quieren amedrentarnos”, advierten estas ‘kellys’ bilbaínas. De la empresa, hasta ahora, solo han obtenido silencio como respuesta, y la oferta de una cesta de Navidad. Un gesto que estas trabajadoras no piensan comprar: “Que se coman ellos la cesta”, zanja una de ellas.
Alazne lleva 31 años trabajando como camarera de piso en el Hotel Indautxu de Bilbao, donde ha llegado a ser sub gobernanta. Nunca, hasta ahora, se había planteado buscar otro trabajo, pero teme que tenga que hacerlo si la nueva empresa que ha adquirido el hotel cambia sus condiciones laborales. “Tengo dos hijos y estoy divorciada con 1.000 euros, no puedo pagarla hipoteca, los gastos y seguir viviendo”, lamenta.
"Empecé de prácticas"
Su compañera Amaia Giménez se encuentra en una situación similar: “No me quedaría otra que buscar otro empleo”, dice esta camarera de piso, separada y con un hijo, que lleva 11 años trabajando en este hotel vizcaíno, “donde empecé de prácticas”, pero "me iré si empeoran nuestras condiciones laborales y salariales".
Ni ellas ni sus otras 15 compañeras quieren llegar a eso y están dispuestas a luchar contra la decisión de externalizar el departamento de las camareras de piso, de Hotusa, la nueva empresa propietaria del establecimiento hotelero. Seguras de que aumentará la carga de trabajo y “si estamos haciendo entre 13 y 16 habitaciones van a exigirnos 20 o 22, por el mismo sueldo y en el mismo tiempo”; que les aplicarán el convenio de limpieza o el estatal, en lugar del convenio de hostelería como hasta ahora; y que, además, “nos quedaremos sin representación sindical”.
“Nos quieren vender la moto, dicen que no cambiarán nuestras condiciones laborales ni salariales, pero sabemos que sí lo harán”, argumentan. Así las cosas, estas ‘kellys’ bilbaínas, tras dos jornadas de huelga, el 5 y 6 de noviembre “en las que hemos obtenido el silencio por respuesta”, amplían el paro hasta el próximo día 23. “Si faltamos nosotras, el hotel no funciona”, advierte Amaia.