El detenido por el crimen de O Porriño está en libertad debido a que el forense no le ve en condiciones de declarar
El detenido por el asesinato de Teresa, la trabajadora social fallecida en O Porriño, no está en condiciones de declarar y continúa ingresado
El hombre que presuntamente mató a Teresa, la trabajadora social asesinada en O Porriño, asegura que "una bruja" le encargó el crimen
El presunto asesino de una trabajadora social Teresa, que cuidaba a su mujer en O Porriño, Pontevedra, ha quedado en libertad mientras siga hospitalizado, según informa el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, ya que la forense ha considerado que no estaba en condiciones de prestar declaración.
La jueza del Tribunal de Instancia de O Porriño, plaza 1, ha decretado su puesta en libertad, pero ha oficiado a la Unidad de Psiquiatría del Hospital Álvaro Cunqueiro que avise al juzgado antes de que le vayan a otorgar el alta hospitalaria.
Será en ese momento cuando valore la jueza la pertinencia de ordenar su inmediata detención, sin que el hombre, un septuagenario, llegue a abandonar la planta en la que se encuentra internado.
Dependen de una nueva evaluación psíquica
El fin último de esa medida, explica el tribunal gallego, es que se pueda celebrar la comparecencia o audiencia de prisión provisional, paso previo a decidir si se decreta para él prisión o se le deja en libertad. En todo caso, esa comparecencia dependerá de la valoración, nuevamente, de su capacidad para declarar.
El septuagenario se encuentra ingresado desde el día del crimen, el pasado martes, en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. El hombre presuntamente mató a Teresa, de 48 años, el martes en el domicilio en el que residía junto a su mujer, que era la usuaria del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) de O Porriño.
La empresa concesionaria, Aralia, señaló que fueron conocedores del acoso que sufría su empleada Teresa el mismo día de su muerte, aunque en la víspera ella ya les trasladó que la relación con el presunto culpable era complicada. El día de los hechos, a las 08:28 horas, Teresa llamó para comunicar que renunciaba al servicio, y desde Aralia le preguntaron los motivos, ante lo que ella respondía que el lunes había sufrido una situación de acoso y que no iba a permitirlo.
El yerno de la usuaria declaró que su suegro no estaba bien
Desde la empresa le trasladaron el procedimiento de renuncia, y ella les manifestó que les daría quince días de margen para buscar a otra compañera y que tendrían que ver cómo se gestionaba en ese tiempo el servicio. Fue el último mensaje de la víctima a la empresa, que minutos antes de las 13:00 horas supo del fatal desenlace a través de la Guardia Civil.
Aralia también desveló que el día del asesinato, a las 09:43, recibieron la llamada del yerno de la usuaria, y este les comentó que su suegro no estaba "bien psicológicamente" y que estaban "pendientes de una cita con Neurología".
El yerno explicó que hablarían con el hombre para que este no estuviera en el domicilio en las franjas horarias de Teresa y que no era la primera vez que le indicaban que saliera a pasear cuando ella se encontraba en el domicilio, ya que lo ponía "muy nervioso", información que hasta ese momento las coordinadoras desconocían, según la empresa.