China ordena a sus aerolíneas a no recibir más entregas de Boeing en plena guerra de aranceles con EEUU
China ha instado a Washington a que cancele "por completo" los gravámenes, advirtiendo de que "nadie gana en una guerra comercial"
EEUU ha impuesto un aranceles del 145% a todos los productos importados de China, que ha respondido alzando los suyos hasta el 125% a los bienes estadounidenses
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China aprieta en el pulso arancelario iniciado por Trump. El gobierno de Xi Jin Ping ha ordenado a sus aerolíneas a no recibir más entregas de Boeing, en respuesta al gravamen del 145 % que ha impuesto EEUU a las importaciones chinas. Pekín ya había impuesto un 125% de impuestos a los bienes estadounidenses, pero esta medida es una prueba de que la guerra comercial no tiene límites.
La agencia Bloomberg, que cita fuentes conocedoras de este tema, ha avanzado que China ha pedido a sus aerolíneas suspender "cualquier compra de equipos y piezas para aeronaves a empresas estadounidenses".
La aviación estadounidense, uno de los sectores más perjudicado
Algunos analistas han apuntado al sector estadounidense de la aviación como uno de los más afectados por la guerra arancelaria, destacando que Boeing sería el gran perjudicado.
La empresa con sede en Arlington (Virginia) podría sufrir el aumento del precio de sus aviones en comparación con el de sus dos principales rivales, la europea Airbus y la Commercial Aircraft Corporation of China (COMAC), que busca ganar terreno en el mercado doméstico con apoyo estatal.
Boeing se salvó de los aranceles durante el anterior episodio de la guerra comercial, en la primera presidencia de Trump (2017-21), pero sus ventas al gigante asiático van en descenso desde 2019. En 2022, el 25 % de las entregas internacionales de Boeing iban a parar a China, pero en 2023 la cifra había caído al 9 %.
Los expertos creen que la escalada hará que empresas estadounidenses de todos los sectores (maquinaria, textil, electrónica, electrodomésticos) sufran el encarecimiento de las piezas, materias primas e insumos que compran a China, con lo que afrontarán el doble de reto de tener trasladar parte de su producción y el de perder competitividad en el mercado chino.
"Aranceles recíprocos"
La guerra comercial desatada por Trump se intensificó el pasado 2 de abril con el anuncio de "aranceles recíprocos" para el resto del mundo, una medida que rectificó una semana después ante las caídas de los mercados y el encarecimiento de la financiación de la deuda estadounidense.
Pero a la vez que suavizaba su ofensiva con la mayoría de países aplicando un arancel generalizado del 10 %, decidió incrementar los gravámenes a China por haber respondido al alza de sus gravámenes.
Washington ha impuesto un 145 % de gravámenes totales a las importaciones chinas y Pekín ha respondido con un aumento de los suyos sobre productos estadounidenses hasta el 125 %.
EE.UU ha dejado numerosos productos tecnológicos chinos sin gravar, pero Trump este domingo ha asegurado que los aranceles para semiconductores se aplicarán "en un futuro próximo".
China ha instado a Washington a que cancele "por completo" los gravámenes, aseverando que "nadie gana en una guerra comercial" y que «el proteccionismo no tiene salida".
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