Donald Trump y Xi Jinping se ponen de acuerdo: EEUU rebaja al 10% los aranceles a China y esta le da acceso a las tierras raras
Estados Unidos y China firman la paz económica, por el momento, tras meses de amenazas recíprocas. Donald Trump y su homólogo, Xi Jinping han alcanzado un acuerdo que reduce los aranceles al 10% a todos los productos procedentes del gigante asiático, mientras este levanta las restricciones a las tierras raras.
Trump ha calificado la reunión con Xi de "increíble" y ha adelantado que las negociaciones comprometen a Pekín a comprar cantidades "enormes" de soja estadounidense y levanta las "restricciones a las tierras raras" al suspender durante un año los controles a las exportaciones de estos minerales.
"Creo que hemos tomado un conjunto de medidas excepcionales. Se han tomado muchas decisiones", ha defendido Trump al término de un encuentro que ha durado unos 90 minutos y que ha tenido lugar en la base aérea de Busan, en Corea del Sur, uno de los aliados más fieles de EEUU en Asia.
"Creo que va a trabajar muy duro para detener las muertes que se están produciendo", ha dicho Trump sobre el acuerdo con el presidente chino para reforzar los controles sobre el tráfico de fentanilo, en declaraciones recogidas por la prensa a bordo del avión presidencial de regreso a Washington.
Trump muestra su lado más conciliador con Xi Jinping, un "negociador muy duro"
Trump y Xi Jinping han mostrado un tono conciliador, algo inusual en el republicano, muy interesado en que las negociaciones pudieran avanzar por la dependencia de EEUU de las tierras raras, imprescindible en la industria de tecnología de punta.
"Creo que vamos a tener una relación fantástica durante mucho tiempo", ha señalado el norteamericano en unas declaraciones en las que ha calificado a Xi como un "negociador muy duro" y un "gran líder de un gran país".
El mandatario chino, por su parte, ha asegurado estar "dispuesto a seguir trabajando con" este con el objetivo de "construir una base sólida para las relaciones" entre Pekín y Washington.
Xi ha defendido que "no siempre estamos de acuerdo, y es normal que las dos principales economías del mundo tengan fricciones de vez en cuando", si bien ha señalado que "ante los vientos, las olas y los desafíos, usted y yo (...) debemos mantener el rumbo correcto y garantizar la navegación estable del gigantesco barco de las relaciones entre China y Estados Unidos".