El 62% de mujeres menopáusicas con obesidad sufre sofocos frente al 39% de aquellas con normopeso
Un estudio ha revelado que más del 60% de las mujeres menopáusicas tiene sobrepeso u obesidad
La evidencia científica ha demostrado que las mujeres menopáusicas con obesidad lo pasan peor por las alteraciones del centro termorregulador
Los síntomas que alertan de una mala salud hormonal: "Es la causa de muchos de nuestros problemas"
Más del 60% de las mujeres menopáusicas tiene sobrepeso u obesidad, condiciones que exacerban los síntomas asociados a esta etapa vital, provocando por ejemplo que el 61,5% de las mujeres con obesidad en este periodo afirme sufrir episodios de sofoco, bochorno o sudoración de intensidad moderada-alta, en comparación con el 39,4% de aquellas con normopeso que dice experimentarlos, según los resultados provisionales de un estudio elaborado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y Clínica Palacios.
El director y fundador de la Clínica Palacios, Santiago Palacios, ha destacado este miércoles en rueda de prensa que, frente a la creencia tradicional de que la mujer con más masa grasa se veía menos perjudicada por la menopausia al convertir la testosterona en estrógenos, la evidencia científica ha demostrado que estas lo pasan peor porque sufren alteraciones del centro termorregulador, del endotelio y del sistema nervioso simpático.
El estudio que está desarrollando el centro dirigido por Palacios junto a la SEGO, basado en una encuesta online que ha recogido de momento 207 respuestas y espera superar las 500, ha puesto en cifras el impacto que el sobrepeso (IMC 25-29,9) y la obesidad (IMC superior a 30) tienen sobre la frecuencia e intensidad de los síntomas comunes durante la menopausia. Así, enfatiza en que hay una escalada en los síntomas en función del índice de masa corporal.
El sobrepeso también aumenta los problemas de micción
Entre los resultados, subraya que el 80,01% de mujeres con obesidad y el 69,92% de aquellas con sobrepeso señala sufrir molestias musculares y articulares moderadas-altas, en comparación con el 49,3% de las que están en normopeso. Además, la obesidad y el sobrepeso también aumentan los problemas de micción, con un 67,69% y un 36,63% de mujeres que dicen sufrirlos, respectivamente, frente al 32,4% de aquellas con un peso 'normal'.
Por su parte, los problemas sexuales que experimentan las mujeres en esta etapa de la vida, como tener menos ganas de sexo, menor frecuencia de relaciones sexuales o menor satisfacción sexual, son similares en todas ellas, independientemente de su peso. Así, el 74,64% con normopeso dice tenerlos, así como el 63,39% de aquellas con sobrepeso y el 76,93% de las que padecen obesidad.
La investigación también ha puesto el foco en el aspecto de la salud mental, detectando el mismo patrón. Las mujeres con obesidad (64,62%) o sobrepeso (54,9%) aseguran en mayor proporción que "no se gustan", frente a las que están en normopeso (23,5%) además de evitar con más frecuencia mirarse al espejo (56,91%, 33,81% y 14,09%).
El papel del ginecólogo
Durante la presentación del estudio, el vicepresidente de la Sección de asistencia privada de la SEGO, Manuel Marcos, ha hecho hincapié en el papel del ginecólogo para el diagnóstico del sobrepeso u obesidad y el inicio del debido tratamiento. "El único médico al que acuden muchas mujeres es el ginecólogo, por lo que actuamos como médicos de familia en muchos casos", ha apuntado.
Precisamente para que los profesionales de Ginecología sepan abordar la obesidad, la sección privada de la SEGO ha elaborado un documento de posicionamiento con instrucciones y recomendaciones para los especialistas en todas las etapas de la vida de la mujer, desde la fertilidad, el embarazo y la lactancia, la menopausia, y la tercera edad.
La jefa del Servicio de Ginecología del Hospital Quirónsalud San José, Carmen Pingarrón, ha profundizado en este documento para explicar que los ginecólogos no requieren de grandes aparatos para identificar el exceso de peso, sino que se puede recurrir a la medición del índice de masa corporal mediante el peso y la altura; la medición del perímetro de la cintura con una cinta métrica; y, para hacer un diagnóstico más preciso, la ecografía nutricional, que mide la grasa visceral.
Dieta saludable y actividad física
En cuanto a los tratamientos, Pingarrón ha aseverado que los cambios en el estilo de vida, que incluyan dieta saludable y actividad física, son cruciales para mantener a largo plazo la pérdida de peso. En este punto, ha llamado a los profesionales a conocer los hábitos de sus pacientes para pactar con ellas objetivos en este ámbito y no enfocar la meta solo en el peso.
A esto se suman nuevas terapias farmacológicas que también son de ayuda para la pérdida de peso en la mujer, como son los tratamientos inyectables con péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1). En mujeres con sobrepeso y diabetes, fármacos como semaglutida (Ozempic) ofrecén beneficios metabólicos y de control de peso. Para mujeres sin diabetes, la opción de semaglutida 2,4 mg (Wegovy) ha demostrado una pérdida media del 16-17% del peso corporal, mejorando también factores inflamatorios, control glucémico, presión arterial y autoestima.
El jefe de Ginecología del Hospital Quirón Málaga, Rodrigo Orozco, ha expuesto estos beneficios y ha precisado que la recomendación es iniciar el tratamiento con 'Wegovy', por sus ventajas, pero sin olvidar que se debe combinar con patrones de vida saludable.
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