Así es 'Qalsody', el primer tratamiento para una causa genética de la ELA: "El 25% de los pacientes ha mejorado"
Tofersen -bajo el nombre comercial de 'Qalsody'-, es la primera terapia autorizada en la Unión Europea desde 1996 para el tratamiento de la ELA
Las causas desconocidas de la ELA: "No sabemos ni cómo ni por qué sucede, nadie está exento de ella"
Llega a España tofersen -bajo el nombre comercial de 'Qalsody'-, la primera terapia autorizada en la Unión Europea desde 1996 para el tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Además, es la primera indicada para aquellos pacientes con una mutación en el gen SOD-1, lo que convierte a España en uno de los primeros países europeos en financiar este fármaco. Así lo ha anunciado la empresa biotecnológica que lo comercializa, Biogen, este miércoles.
Aumento de casos
"La esclerosis lateral amiotrófica es una enfermedad neurodegenerativa rara y progresiva. Conduce a la pérdida progresiva de masa muscular, fuerza y función de los músculos de la cabeza, el cuello, músculos respiratorios y de las extremidades y, en última instancia, a la muerte por insuficiencia respiratoria en una media de 3-5 años desde el diagnóstico de la enfermedad. Sin embargo, se trata de una enfermedad muy heterogénea, con pacientes que fallecen en menos de un año desde el diagnóstico y otros que sobreviven más de 10 años”, explica Mónica Povedano, jefa de la Unidad Funcional de Enfermedad de Motoneurona del Servicio de Neurología del Hospital Universitari Bellvitge de Barcelona.
Cada día, tres personas son diagnosticadas con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en España y otras tres fallecen. "No es solo un nuevo fármaco, es una esperanza en el manejo de una enfermedad devastadora. La ELA es un desafío en investigación científica. Tofersen es la culminación de muchos años de prueba y error", subraya Pilar García Lorda, directora médica de Biogen Iberia.
La incidencia con la que se trabaja es que 1 de cada 100.000 pacientes (por habitante y año) padece la enfermedad, "lo que serían unos 4.000 en España y de ellos 2-3% tiene mutaciones en SOD1, causada por una acumulación de la proteína SOD1 en las motoneuronas, generando su destrucción y desencadenando la enfermedad". Tofersen está inidicado únicamente para este pequeño porcentaje de pacientes.
"Realmente el número exacto de pacientes que la padecen y que podrán beneficiarse del tratamiento no lo sabemos, un aspecto en el que se está trabajando porque es muy importante", señala Alberto García Redondo, director del Laboratorio de Investigación de ELA del Hospital 12 de Octubre (Madrid).
A pesar de que la ELA es una enfermedad poco prevalente, "cada vez va a haber más casos en los próximos años". "Ahora es más común que alguien conozca a una persona con la enfermedad, en parte porque el conocimiento sobre la ELA es cada vez es mayor, lo que hace que se diagnostiquen más casos y antes", apunta Povedano.
Resultados del estudio
Su inclusión en el Sistema Nacional de Salud (SNS) se basa en los resultados del estudio fase III VALOR, en el que se ha mostrado que el 25% de los pacientes tratados con tofersen han experimentado una mejora de 3,6 puntos en la escala ALSFRS-R (que determina el estado clínico de la enfermedad y mide la funcionalidad del paciente) a partir de la semana 28, en comparación con el grupo placebo.
Asimismo, los pacientes han experimentado en la semana 148 una reducción de entre el 64 y el 67% de los neurofilamentos, un biomarcador que mide el nivel de neurodegeneración, y una reducción de SOD1 desde la semana 12. El 25% de los pacientes tratados con tofersen también han logrado una mejora de su funcionalidad y la fuerza en la semana 148.
Los principales efectos adversos se han relacionado con su forma de administración intratecal -con una punción lumbar se extrae el líquido cefalorraquídeo y se introduce el fármaco- , con un 6,8% de los pacientes sufriendo un efecto considerado grave (un 2,7% mielitis, un 1,4% radiculitis, y un 2,7% meningitis aséptica y papiledema), aunque la mayoría de ellos decidió continuar con el tratamiento.
Menor riesgo de progresión de la enfermedad
La investigación ha contado con 108 pacientes, divididos en dos grupos a recibir tofersen o placebo, con una duración de siete años. A los tres años, los pacientes que recibían placebo comenzaron a recibir el propio fármaco, lo que ha permitido a los científicos demostrar que aquellos tratados antes presentaban un menor riesgo de progresión de la enfermedad.
El fármaco está basado en oligonucleótidos antisentido, unas moléculas modificadas químicamente y diseñadas para alterar tanto la estabilidad del ARN como la expresión de proteínas, lo que permite corregir defectos genéticos, silenciarlos o alterar el procesamiento de ARN.
El doctor García ha señalado que este f ármaco, a diferencia de los tradicionales que se unen a la proteína para alterar su actividad, se une al ARN para evitar el proceso de traducción, un mecanismo de acción que hace que la proteína SOD1 se produzca en menor cantidad y de forma no tóxica.
"A través de esta vía de administración, se consigue dirigir el fármaco directamente a las motoneuronas que representan la diana terapéutica de la enfermedad. Los oligonucleótidos antisentido tienen el potencial de modular la expresión génica de manera muy selectiva, abriendo la puerta a un abordaje de medicina de precisión y una esperanza no solo frente a la ELA, sino también para otras enfermedades genéticas", ha afirmado la directora médica de Biogen Iberia, Pilar García-Lorda.
"Además, se está llevando a cabo otro estudio, el ensayo clínico ATLAS que está evaluando la seguridad y eficacia de este tratamiento en pacientes portadores de la mutación en el GEN SOD1 que todavía no muestran manifestaciones clínicas de la enfermedad", ha añadido el investigador.