Hablan las víctimas afectadas por el mal funcionamiento de las pulseras antimaltrato: "El aparato pitaba como un loco"
Los aparatos llevan años con problemas que no han sido resueltos con el cambio de empresa: se han multiplicado las incidencias
El PP acusa al Gobierno de "abandonar" a las mujeres y Montero le culpa de "crear una alerta social" con las pulseras antimaltrato
El mal funcionamiento de las pulseras telemáticas mantiene las fricciones entre Gobierno y oposición este martes en el Congreso. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, se ha defendido asegurando que no hay sentencias que demuestren que algún agresor haya quedado libre por los problemas en estos dispositivos. Las que sí han hablado son las víctimas, como Paloma Tomé, que han sufrido la inseguridad provocada por los fallos en su dispositivo de control para detectar si su maltratador se acercaba. El aparato en apenas un mes la alarma sonó 300 veces por falsos positivos. "El aparato pitaba como un loco". Una información de las periodistas Malena Guerra y Laura Quejeiro.
El agresor tenia una orden de alejamiento de 550 metros, pero ella lo grabó varias veces a 35 y en esa diferencia "esta la muerte", cuenta Paloma que vivió muchas situaciones de peligro sin que fuera alertada por el dispositivo; en otro quebrantamiento necesitó ayuda de un agente de Policía que estaba por casualidad en la tienda, donde estaba su agresor sin que el dispositivo le avisara. Ahora finalmente, puede respirar: el hombre que la agredió está en prisión cumpliendo una condena de 9 años.
Su caso es de 2023 cuando el contrato del Gobierno para la gestión tecnológica de las pulseras aún no se había cambiado de la empresa Telefónica a Vodafone, pero ya entonces había fallos, unas incidencias que comenzaron en 2008 y que se han mantenido en el tiempo sin solución.
El acta en la reunión provincial de la Comisión de Violencia de Genero de Barcelona recogen los falsos positivos y problemas en la recarga de baterías que generan angustia y ansiedad a las víctimas. Las señales indicaban la necesidad de actualizar la tecnología de las pulseras. También alertó el Defensor del Pueblo en 2008 y el Consejo del Poder Judicial, pero los problemas siguieron sin solución.
Susana, otra víctima, que tenía un dispositivo para protegerla de cualquier acercamiento de su maltratador; le pusieron una patrulla para vigilarla, porque en Cometa, la empresa responsable del dispositivo no localizaba a su agresor, pero a ella le avisaba que estaba en su entorno. Al final, tuvieron que poner una patrulla para vigilarla. "Sonaba continuamente, durante todo el día, de madrugada".
"Las víctimas viven una situación de angustia y ansiedad"
La existencia de falsos positivos, que se producen por los inhibidores de frecuencia, por la no recarga de las baterías, "genera en la víctima una angustia y ansiedad que potencia su malestar y temor ante una posible agresión", ha explicado Noemí Martínez, abogada especializada en violencia de género. "Son dos y tres y hasta cinco veces" que suenan falsas alarmas.
En Cometa reconocen que antes había 20 alertas a la hora y ahora 160 por lo que, lejos de solucionarse, las incidencias se han multiplicado. En la sala Cometa, creen que esto se debe a que pudo haber problemas de calibrado de los dispositivos.
Los despachos de abogados que llevan los casos de violencia han confirmado lo que dicen los técnicos, porque con el cambio de tecnología en 2024 las incidencias han aumentado de forma exponencial. Son conscientes de esa multiplicación de errores afecta incluso a los maltratadores y el abogado Rubén Veiga recuerda el caso de un hombre que adelgazó provocando fallos constantes en la pulsera, al perder el contacto de la piel. El problema técnico y los fallos de las pulseras antimaltrato perjudica a todos.