Oliver comenzaba su adopción ilusionado por vivir esta nueva experiencia y convencido de que se podría adaptar a cualquier tipo de familia.
"Espero que no sean muy malos, que sea algo agradable, divertido. Soy un chico de la calle, me adaptado a todo, he vivido muchas situaciones en mi vida y no creo yo que por un día no me pueda adaptar", confesaba el 'ex tronista' antes de conocer a su familia.
Pero estas declaraciones tomarían un giro muy distinto una vez que Oliverllegaba a su destino y se encontraba con cuatro jóevenes estudiantes de 21 años, sin dormir por haber estado de fiesta, como su "familia adoptiva". Junto a ellos, su nuevo hogar era un piso pequeño, desordenado y con los signos evidentes de una noche de fiesta muy larga.
De manera que Oliver se quedaba muy soprendido ante el panorama que le esperaba, panorama que comenzaba teniendo que preparar el desayuno para su familia con mandil includio.
En este momento, el 'ex tronista' se percataba de que la casa entera no estaba muy limpia y confesaba a solas que le estaba empezando a dar un poco de asco: "Está todo sucio y a mi me gustaba el orden y la limpieza".
Aunque el peor momento era cuando Oliver entraba en el baño y se daba cuenta de los "desordenadas y poco limpias" que eran sus anfitrionas. Tanto que no podía aguantar y se lo confesaba a las chicas, momento en el que se encontraba con una gran sopresa: las chicas le mandan limpiar el baño.
No te pierdas lo mal que lo pasa Oliver durante su adopción de lunes a viernes, a las 17.45h., en La Siete.