El beso de Judas más doloroso

telecinco.es 08/05/2009 10:30

Estrategia. ¿Quién dijo estrategia? Aquí no hay ningún gran estratega, incluso diría que la mayoría no son ni aprendices. A Cuca pareció darle igual todo, dado que ella se marchaba ya de allí. Por eso da su 'beso de Judas' a Daniela, acabando con cualquier posibilidad de un resultado nominatorio mixto, uno por cada equipo. Y era posible, como se demostró después.

Si Cuca da su 'beso de Judas' a Ivonne y la propia Daniela se decanta por ella, tendríamos ahora un posible duelo entre esta Marnie del siglo XXI y Dani, o quizá con Zúñiga. Este último enfrentamiento no lo tengo claro, pero no albergo duda de que en el otro caso volvería a salir triunfante Daniela, como lo hará este jueves frente a una de las suyas. Pero no lo hicieron así.

En primer lugar, Cuca se asegura una salida poco comprometida, prefiriendo castigar a su amiga por seguir diciendo que se quiere ir pero igual no, como vimos en la gala. Luego, Daniela no coincide en la nominación con sus dos más afines, que prefirieron nominar a la miss en lugar de a Escassi (bueno, Zúñiga nominó a Ibon). Deberían aprender de sus oponentes, obedientes y coordinados. Todos a una, como los de Fuenteovejuna.

Les sirvieron en bandeja una nueva baja, haciéndoles más fácil que nunca llegar a la final solamente ellos. Tras la previsible salida de Zúñiga el próximo jueves irán a por Daniela y Santi, y al final tendrán que sacrificar al que ha sido uno de sus peones, pieza importante esta semana al haber conseguido anoche el liderato, la hábil Yolanda.

De todo lo sucedido anoche me quedo con uno de esos momentos por los que me merece la pena seguir esta historia e implicarme de la forma que lo hago. Me refiero al beso de Cuca a Daniela y la inmediata reacción de esta. Su cara era un libro abierto y con las páginas desordenadas. Pude apreciar con claridad la mezcla de sensaciones, contradictorias unas con otras, que fue inundando a esta concursante desde el momento que Gálvez comunicó el nombre de la expulsada, su amiga y confidente en Cayos Cochinos, la mamá Cuca.

Estoy seguro de que Daniela hoy por hoy no quiere irse. No diría que es estrategia, más bien una confusión entre deseo y conveniencia, lo cual le ha provocado una lucha interna desde hace semanas, sin haber terminado de resolverlo. No voy a culpar a Cuca por su 'beso', ni a los demás por usar esa misma excusa para nominar en bloque a la que consideran ya un rival potente. Daniela ganó a Olfo, Juanito (al que desde aquí deseo una pronta recuperación total de su salud, aunque se le ve bien y le sienta fenomenal la bata azul del hospital), Cuca, pero no está tan claro lo que habrá de pasar dentro de siete días. La duda es la siguiente: Si Daniela consigue superar el siguiente escollo, ¿qué pasará cuando se enfrente a un integrante del trío del pan de molde? Aunque puede que esto no llegue a suceder nunca, claro.

En definitiva, estamos asistiendo a un enfrentamiento asimétrico entre dos grupos. Uno de ellos está organizado y tiene claro que debe cargarse uno a uno a los del otro grupo, para terminar devorando a sus propios hijos, como Saturno. El otro se ha empezado a preocupar demasiado tarde de que esto es un concurso, justo cuando empezó a observar que la situación creada conducía a su propio exterminio. A partir de este momento solamente quedan dos argumentos de interés en lo relativo al juego. Por un lado, la permanencia de Daniela, lo cual mucho me temo está relacionado con su estabilidad emocional y sus ganas de convertirse en el Apolo de esta historia, más que con las ganas del público votante, indudablemente muchas. Lo otro es el momento que puede llegar en que a falta de pan de molde deban de empezar a comerse unos a otros, Matías, Escassi y compañía.

Bueno, también hay cierto morbo en ver llegar a la ultimísima fase del concurso a Daniela y Santi, para sorpresa de los otros. Esto es posible hoy por hoy, y dependerá de como se desarrolle la próxima prueba de liderazgo. Caso de ganarla uno de los dos se pueden terminar poniendo en la pole de esta final. Aquellos convencidos de que está todo el pescado vendido pueden verse sorprendidos cuando llegara el momento de los últimos cuatro supervivientes, y estos fueran Matías, Escassi, Santi y Daniela. Me estoy dejando llevar por una ensoñación algo idílica, lo sé, pero no imposible.

La prueba de recompensa de anoche llevaba aparejado un encargo a Cuca, la expulsada de anoche. Ella era quien debía hacer la comida que solamente probarían los ganadores de la prueba y un elegido por estos. La prueba consistía en aguantar encima de un rodillo más tiempo que otro concursante del equipo contrario. Los vencedores serían Matías, Ivonne y Zúñiga, los cuales eligieron al azar a Yolanda para acompañarles a degustar el revuelto de criadillas con cebolla y pimiento cocinado apresuradamente por Cuca. Yolanda decía que era su día de suerte, antes de eso completó más rápidamente un juego consistente en encajar a ciegas unas piezas de formas irregulares en su posición correspondiente del panel de cada uno.

Como líder, Yolanda eligió a Escassi para pasar la semana en la selva. Por un momento dudó entre este concursante y Santi, a saber qué le llevó a decidirse por el dueño del paquete más famoso y observado de los últimos tiempos. Por cierto, el panorama de los que no comen soportando la tortura de ver unos metros más allá a sus compañeros dando buena cuenta de un exquisito plato es desolador. Fue el caso de Santi y Daniela anoche. También se quedó sin probarlo Escassi, de camino a la selva en esos momentos.

Esta semana les han propuesto un reto que costó mucho aceptar a algunos. Se trata de que solamente pesquen las chicas, mayoría aplastante en Playa Uva, especialmente tras la baja de Escassi. Este y Matías dudaron muy mucho si aceptar una propuesta así, que tendrá como premio un dulce para el grupo, siempre y cuando no les ayuden en ningún momento los chicos. Al final Álvaro quiso quedar bien diciendo que tiene mucha confianza en ellas, pero antes había estado dudando si aceptar o no el reto.

Hoy la ración de estrategia ha sido excesiva. No hablar de magreos ni de langostinos me provoca cierta desazón.