Gritos y susurros

telecinco.es 26/10/2010 09:25

Los habitantes de Guadalix (no los del pueblo en general, sino en particular los que vosotros y yo sabemos) se mueven entre el grito y el susurro. Para el espectador es un sufrimiento pasar de acostumbrar el oído al tono de voz de Laura, por ejemplo, muchas octavas por encima de lo recomendable, a los susurros utilizados por todos cuando hablan a dúo o en corrillo de a tres (o cuatro) y no quieren que los demás se enteren de su conversación.

Si a los gritos y susurros (le he robado el título al gran Ingmar Bergman) le añadimos la cantinela continua de Patricia tenemos un panorama algo desquiciante, a punto de convertir a este gato cronista en un adicto a los analgésicos para curar el dolor de cabeza irremediable tras una jornada entera prestando atención a la ventanita que nos ofrece las imágenes de las casas de Gran Hermano. He de decir que ayer fue un día especialmente duro porque hubo muchos más gritos que susurros.

Por la mañana y a mediodía la 'scream queen' de Guadalix fue Patricia y por la noche Laura. Ambas tuvieron sendas broncas con Julia y Lydia. El motivo de la primera no fue otro que la incontinencia cantarina de Patricia. Tendré que revisar mi decálogo de las cosas que no debe hacer un concursante de este programa porque llevamos varios años renegando de los cantarines. Es curioso que ellos mismos no se den cuenta, especialmente los más aficionados, que cuando un concursante sale cantante despierta el inmediato rechazo entre una audiencia que prefiere la charla al canto. Hay otro programa para demostrar el talento como cantante, aunque casi ninguno de los grandes hermanos aficionados a cantar compulsivamente pasaría el primer corte en ese otro concurso.

Tras pedirle varias veces que no cantase, Patricia despertó ayer de la siesta a algunos de sus compañeros. Julia tuvo cuatro palabras con ella y no creo que la relación entre ambas tenga remedio, especialmente porque esta no parece soportarla, habiendo llegado a ese punto de no retorno que se suele traducir en nominación fija. Fue Eduardo quien se detuvo a argumentarle a Patricia que no debe cantar, o debería hacerlo en un tono más bajito, cuando sus compañeros duermen. Lo gracioso fue que cuando ella parecía haberlo entendido el bueno de Edu añadió: "Que a mí me da igual, porque yo desconecto los aparatos y no te escucho nada". Bendita sea, en algunas ocasiones, su incapacidad auditiva.

La bronca de la noche fue producto de una paranoia en la que Laura cayó repentinamente. Se había estado comentando en la casa que le gusta Marcelo y, precisamente, ambos andaban trabajando en el caballo de Troya para la prueba cuando vuelve a salir el tema. El 'malaguita' no está del todo fino cuando, para anular el efecto de los comentarios, le dice en crudo: "Si no me gustas, es que no me gustas". No sé si a ella le sientan peor los comentarios o la poca delicadeza del compañero, pero a partir de ese momento empieza a entrar en brote y termina echando la bronca a Lydia por haber contribuido a extender la especie en la casa de su atracción hacia ese compañero.

A partir de ahí se produce una larga situación en la que los gritos de Laura paralizan al contrario, Lydia llora, Julio aprovecha para consolarla a ver si pilla un poco de cacho, Julia intenta mediar y los demás quedamos agotados ante esta incalculable tontería. Me llama la atención la preocupación de la de Parla por lo que pueda molestarle a su novio tras haber escuchado a esta concursante durante la misma mañana de ayer contar la peculiar relación que mantiene con el susodicho.

Montando la cuadriga, es decir, pedaleando sin parar, Laura contaba ayer que habían tenido su novio y ella una crisis hace meses, a consecuencia de la cual modificaron el tipo de relación y desde entonces se ven "muy de vez en cuando". Contaba que había coincidido con una mudanza (supongo que en su domicilio familiar), lo cual propiciaba ese enfriamiento de la relación. Independientemente de que no termine de entender la movida, aunque al ser la vida privada de la concursante tampoco pondré mucho esfuerzo en analizarla y solamente cuento lo relatado por ella misma, me resulta llamativo que viviendo esa situación de punto muerto o compás de espera con su novio se pueda mostrar tan preocupada por unos simples comentarios en tono de broma.

Más fundada parece la preocupación de Marta sobre su relación con Joaquín y lo que pueda pensar la gente. Ella se dice gran seguidora de las once ediciones anteriores de Gran Hermano y piensa que si inicia una relación esta semana con Joaquín (lo cual realmente ha hecho ya) la gente puede pensar que lo hace porque está nominada y eso puede salvarle de la expulsión. Fuera no sé, pero dentro eso ya se ha pensado y expresado.

Yago y Óscar (no sé si más cerca de 'Zoolander', como dice Viruete en el minutado, o de 'Dos tontos muy tontos', que les pega por ser pareja) ya comentaron la coincidencia de los mimos del jacuzzi y que Marta esté nominada. Lo hacían con ese tono suyo entre demente y cachondo, que tan poca gracia me hace. No creo que la atracción entre Joaquín y Marta tenga ese motivo, aunque lo rápido que van me incomoda un poco. Ya sé que mi poeta preferido escribió estos preciosos versos: "No necesito tiempo para saber cómo eres. Conocerse es el relámpago". Estoy de acuerdo con Pedro Salinas, e igual lo que me inquieta es otra cosa.

No veo inconveniente en la diferencia de edad entre ambos. De hecho, me gusta verles y mi percepción sobre Joaquín ha cambiado de forma importante tras verle tierno y seductor. Quizá sea precisamente eso lo no termina de encajarle a este gato romanticón. Demasiado bien lo está haciendo el onubense, como si lo hubiera ensayado muchas veces. Ya sé que tiene edad para haber conquistado a muchas mujeres, pero no puedo evitar que me inquiete.

Coincido en esto con algunos habitantes de la casa, extrañados y recelosos ante la pose enigmática mantenida por Joaquín los primeros días de convivencia. Probablemente les extrañe que no haya contado por qué se separó y su hija esté a su cargo (de hecho, ha comentado que es "padre soltero"), también que no haya contado su dedicación profesional, pero especialmente eso de "tengo una mina de oro".

Como vimos en el resumen de ayer, Choni-Chari les aclara a Terry y Jhota que se trata de una metáfora (creí que no sería necesario), pero los tres siguen intrigados hasta el punto de querer mirar la maleta de su compañero. ¡Como si en la maleta fueran a ver pistas de su mina de oro! Creen que debe ser alguien importante. Lo que me dejó muerto es esto dicho por el 'retroreagetonero': "Me dijo el indio que como soy de Madrid tenía que conocerlo". Einstein dijo: "Todos tenemos derecho a hacer el ridículo". Algunos lo entendieron como obligación.

Segundas impresiones

Llegó el momento de intentar ordenar mis segundas impresiones sobre este ramillete de concursantes que aún estamos empezando a conocer. Las primeras impresiones fueron hace ya más de una semana e intento siempre retrasar este momento para poderles conocer algo mejor. Me preguntaban uno de estos días si estaba ocultando que estoy desencantado con el casting de este año porque alguien me ha pedido que no lo critique en exceso, como si uno fuera tan importante como para que nadie se moleste en pedirme nada. La verdad es que el primer día siempre me pasa lo mismo: casi todos me parecen horrorosos. Luego la cosa va cambiando, y hoy hasta tengo favoritos.

La selección de concursantes me parece muy notable, y prueba de ello es que no nos estamos aburriendo nada. Ah, intentaré ser breve, esta vez sí que lo haré.

Anup: Me hace gracia y hasta me enternece. Es listo y su filosofía de la vida es interesante, aunque no creo que sea bien entendida en la casa e incluso aquí fuera. Cuando dice "Dios me ha dado todo para ser prepotente" yo no pienso que esté siendo jactancioso sino que habla de la obligación de resistirse a ciertas tentaciones, tema bastante recurrente en todas las religiones. Me parece la bomba como concursante, aunque me hace desconfiar un poco si no habrá más de actuación o simulación premeditada que de realidad en su personaje. Pero esto es tan solo un temor.

Catha: Me da la impresión de que anda tapada al acecho del momento adecuado para empezar a actuar. De momento se limita a reír y poco más, aunque su elección de compañías puede no favorecerle nada para cuando se decida a empezar a destacar. La imagino ambiciosa y no sé por qué. Quizá por la excesiva talla exigida a su cirujano plástico.

Chari: No me voy a andar con chiquitas. Creo que ella está deseando dar la campanada y empieza a estar nerviosa por si se pasa su momento sin haberlo conseguido. Tiene unas ganas inmensas de estrenar el edredón como manda la tradición en esa casa. Incluso diría que le da un morbo inmenso ponerle cornamenta a su novio Rubén. Si estoy dispuesto a seguir viendo sus modelitos de club nocturno es solamente porque sé que tarde o temprano lo hará, no me cabe la menor duda.

Dámaso: Demasiado pensado tiene todo como para ser el chico honesto que me pareció los primeros días. Ni es tan básico ni tampoco es un ejemplo de sofisticación. Diciendo a los cuatro vientos que es bisexual no ha conseguido más que unas migajas de protagonismo, lo cual es poner el nivel demasiado alto. ¿Qué ha de hacer ahora para llamar la atención?

Eduardo: Trabajador, inteligente y buen chico. Su historia de superación personal es de esas que suele gustar y sensibilizar a la audiencia. Me gusta su elección de amistades en la casa y su actitud crítica al tiempo que comprensiva. Ahora bien, ¿será todo esto suficiente?

Flor: Parece como si su cabeza estuviera ocupada en una sola idea. Bueno dos, dado que también se ha presentado como bisexual. El sexo la obsesiona más de lo que parecería recomendable. De momento habitan casas distintas, pero si 'el coplas' hiciera un mínimo esfuerzo es capaz de tirárselo. Hasta ahora ha cosechado un pequeño fracaso, lo cual me hace imaginarla a ella (y a su libido) cada vez más impaciente.

Jhota: Cada día que pasa me apetece más que los realizadores dejen el plano en este concursante. Me gusta mucho verle divertido con Terry, Marta y Mireia. Parece un chico sensible necesitado de cariño. A poco que se pare el foco en él, una vez nos cansemos de lobos y lobas feroces o ardientes seguro que conseguirá captar la atención de la mayoría como ya ha logrado la de este gato observador.

Joaquín: Me distancia de él ese halo enigmático que tanto intriga a algunos. Si ese era su objetivo, desde luego que lo ha logrado. Por mi parte, prefiero que no haya cartón piedra porque obstaculiza la observación. Su cambio de casa le ha beneficiado y su acercamiento a otra concursante aún más. De ser uno más de los musculitos ha pasado a ser un ejemplo de seductor sensible y delicado.

Julia: Me gusta su personalidad y su alegría de vivir. Además, es la única que canta bien y con estilo. De momento, no me ha aportado más que buen rollo, lo cual no es poco.

Julio 'El feroz': Si termina de quitarse el disfraz de imitador de cierto personaje televisivo (él mismo lo dice) tendrá muchas más posibilidades en el juego. Empezó fatal y está logrando enderezar su camino, lo cual hay que reconocérselo. Pero me temo que volverá a las andadas en cuanto se sienta algo más fuerte y también dependiendo de quien esté a su lado en cada momento. De momento hemos visto muy pronto su peor cara. A ver si es capaz de mostrar pronto la mejor.

Laura: Ya dije que parece un descarte de 'Las joyas de la corona'. Desde niño tengo el grave problema de soportar muy mal los gritos, lo cual me distancia de esta concursante por completo.

Lydia: Es nada sólida y abundante, pero nada al fin y al cabo. Al menos de momento.

Marcelo: Otra nadería con aparentes problemas de comunicación. Ahora mismo parece optar por ser perrito faldero del 'feroz'. No creo que le compense.

Marta: La veo apasionada y sincera. Me parece que nos puede dar grandes momentos, aunque no sé si eso la beneficiará del todo. En el fondo veo peligro en ella. Lamento parecer un Rappel de tres al cuarto, pero veo peligro y no sé por qué.

Mireia: Es una gran incógnita. Me recuerda en muchas cosas a Judit (GH 9). Su voz, ese carácter sereno bastante interesante. Le quiero dar tiempo para no equivocarme de nuevo.

Óscar: Se queda a un paso de hacerme gracia. Es una lástima porque casi lo consigue. Dado que no es así y solo eso podría salvarle, por mí se puede ir marchando a casita. Solo lo siento por Milá y la imposible entrevista que le espera.

Patricia: Solo pido que una afonía temporal de esta concursante nos traiga un poco de tranquilidad. Mi salud y hasta mi estabilidad emocional lo necesitan.

Rubén: Es el hombre pasmado (no se le ha quitado la cara de susto). Más naderías en la casa. En este caso afirmaría que está a un cuarto de hora de ser nada con cuernos.

Terry: Me encanta Terry. Su excesiva aceleración me hace gracia y no me transmite el estrés que cabría esperar. Sonríe siempre y es portadora de un buen rollo increíble. Creo que es la única mujer en la casa que me gusta realmente.

Yago: El típico uni neuronal que invierte demasiado esfuerzo en intentar ocultarlo. Quiere hacer ver que se está haciendo el tonto vacilando a todo el mundo todo el rato. Pero nosotros sabemos desde el minuto uno que lo es realmente.

Por ciertos

Apuntes para obligarme a cerrar estos largos escritos. En nuestra encuesta ha variado la tendencia y Óscar aparece ahora como el expulsado más probable de este jueves. La primera impresión ante lo mal encajador que ha resultado ser Julio 'feroz', algo curioso teniendo en cuenta su condición de boxeador, parece que anda corrigiéndose producto del cambio claro de actitud en el interesado. Ahora incluso dice que no está seguro de ser salvado, reconociendo que era una chulería consecuencia de su enfado (y mal encaje de la derrota).

Julia le contó ayer a su tocayo la broma que las chicas planeaban hacerle. Hablé de ello pero sin tenerlo del todo claro. Querían hacerle creer que dos chicas se peleaban por él. Una especie de reedición del encontronazo Indhira y Carol sin vaso de agua de por medio (ni ese glorioso momento del confe: "Zorra, pedazo de zorra. Te lo digo para que lo veas por la tele"). Una pena que no lo hicieran, la cara de Julio al enterarse de que se trataba de una broma no hubiera tenido precio.

Y dos preguntas con tintes de dudas existenciales. La primera es: ¿Por qué Terry se come el cacao en polvo a cucharadas? Me parece estar viendo el espíritu de Saray en esa casa. La segunda: ¿Por qué Catha le ríe las gracias a Óscar y Yago? No me puedo creer que le haga gracia de verdad. Quizá debamos echar mano al diccionario de refranes y recordar aquello de "no hay dos sin tres". Pues eso.