Marinero de luces

telecinco.es 06/11/2008 09:21

El viudo de perdió ayer su anillo de boda. La carísima alianza de Carlitos y la virtualmente finada Gema 'melapela' estuvo en paradero desconocido durante un buen rato anoche, hasta el punto de desalojar el jacuzzi, lugar donde pensó que lo había perdido en un principio. Luego siguió buscando por la casa, jardín incluido, hasta encontrarlo en un sofá del salón. La tensión fue máxima durante todo ese tiempo, y muchos temimos que nunca lo llegara a encontrar, como sucedió con el tanga de su esposa, que figura ya en la lista de grandes misterios de este programa, encabezada por la nocilla desaparecida en la séptima edición. Si Gema siguiera estando en la casa hubiera puesto a todos en fila de a dos para buscar la alianza perdida, pero a su pobre viudo le dejaron solo con tan ingrata labor.

En esta nueva , un , descrito en la obra de como "de aspecto físico enjuto y pálido, con una mirada sombría y una risa siniestra", ha perseguido el anillo con no mucho esmero pero preocupado al saberse vigilado desde fuera por ese "rudo, violento, y enemigo de los elfos" transmutado en mujer, que es la suya precisamente. El anillo es finalmente recuperado, lo cual nos hace volver a la realidad desde la ficción fantástica de ese mundo irreal creado minuciosamente, donde Iván bien podría encarnar el papel de .

Una vez en el , nos encontramos a los concursantes remando y recitando poemas, por lo visto (y oído) ayer relacionados más o menos directamente con temas marinos (escuchar a Orlando recitar 'Marinero en tierra' de me causó un dolor irreparable), y como vigías del faro de , que tendrá puerto de mar durante los próximos días. Aunque no es exactamente poesía, sino más bien una muestra del cancionero popular, he querido dedicar el título de este escrito a Carlitos, nuestro nuevo 'Pantojo', el viudísimo de España. Tratándose de la temática en cuestión creo que nada le podría ir mejor.

Claro que este viudín es un filón a la hora de informarnos de cosas que excitan nuestra curiosidad. El otro día en el cuarto de maletas le contaba a Orlando detalles sobre la remuneración económica que reciben por día de estancia en la casa, tanto a lo largo del primer mes como del segundo. Pero esto no lo comentaré porque este gato nunca habla de dinero, es una gran ordinariez. Aunque no dejaré de decir que me pareció insignificante y ridículo si tenemos en cuenta el desgaste que supone para la propia imagen y lo mucho que ellos están generando. También contó ayer que por el hecho de cumplir con esa misión particular de ocultarse como pareja dentro de la casa les prometieron una compensación especial, que Carlos 'Casper' se aventuraba a adivinar podría ser un viaje. Teniendo en cuenta lo poco dotado que está para la precognición creo que el matrimonio puede ir descartando esa opción.

Más curioso me resultó escucharle comentar como es que entró la pareja, quién se presentó a los castings y otros detalles de ese proceso. Resulta que Gema fue quien se presentó como candidata y tras sus pruebas parece que le propusieron concursar junto a su marido, al que llamaron y tuvo que viajar a Madrid para pasar en un día todas las pruebas que el resto de sus compañeros hicieron durante quince días. La oferta fue de "o los dos o ninguno" y, según Carlitos, tuvieron que tomar una dura decisión, ya que mientras ella estaba en paro él conservaba un trabajo desde hace doce años, del que ha pedido excedencia temporal para poder entrar en la casa.

Poco antes de que este concursante revelase tantos detalles, Mirentxu le decía una frase que debió caer como una losa sobre su conciencia, y especialmente sobre la de su esposa. Lo que le dijo fue textualmente: "Vosotros sin conocer la otra casa y encima sin estar nominados, sois unos privilegiados”. Es curiosamente casi lo mismo que le dijo Iván a Gema y que a ella tanto ofendió, transformándolo de inmediato en una acusación de egoísmo que nunca existió. Carlitos se quedó callado ante la observación de la septuagenaria, lo cual indica de nuevo hasta que punto las cosas son interpretadas de forma distinta en función de quien las hace o dice. La observación es indiscutible ahora, como lo era cuando la hizo el modelo residente en Zaragoza y, sin embargo, a este no le trajo más que problemas. También es cierto que las personas mayores parecen tener una patente de corso para ciertas cosas, lo cual les hace en ocasiones algo impertinentes al saberse protegidos por su condición de ancianos. Esto lleva a Mirentxu a meterse demasiado en asuntos de los demás, intentando ordenarles la vida, aunque esto más que relacionado con la edad lo está con el carácter de cada uno.

Además de organizarles la vida, Mirentxu parece interesada en dar consejos, incluso cuando no se los han pedido. La misma noche del martes, tras la reunificación del cielo con el purgatorio, momento en que los indigentes de la casa de Gran Hermano eran incorporados a la vida acomodada del grupo mayoritario, la donostiarra aconseja a Gisela que luche por Carlos. La modelo le había contado lo sucedido y su fatal consejo fue ese. No me extrañaría que el cántabro se plantease de nuevo un acercamiento a la canaria y no dudo que ella estaría encantada con esto. Es tan desahogado que puede hacerlo, por escandaloso que parezca. Su actitud del pasado lunes, uno de los días más intensos que recuerdo en la historia del programa, me pareció más chirriante y ofensiva que otras veces, porque no solamente demostró su torpeza y lo muy presuntuoso que puede llegar a ser, o lo patosas que resultan sus bromas y comentarios.

El lunes llegó más lejos por la carga de rabia contenida que vi en su lenguaje gestual. Tras confesarle que la noche anterior se había declarado (o algo parecido) a Loli, Gisela llora en el cuarto de maletas acompañada por algunas de sus compañeras de encierro. Llega entonces Carlos, supuestamente temeroso de que esté contando detalles que le pueden dejar en mal lugar y se aproxima a ella, la levanta en brazos y se la lleva a un pasillo, donde con sus manos rodeando firmemente los brazos de ella le pide (diría exige) que no le cuente nada a nadie, lo cual es un vano intento porque poco después toda la casa lo sabía. No me gustó nada ese tono medio amenazante, especialmente al ir acompañado de una actitud intimidante marcada por el contacto físico entre ambos. Si quieres mostrar autoridad o tener influencia sobre otro has de saber dos cosas que nunca deberías hacer: por encima del nivel de la boca y del otro. En estos dos gestos está la diferencia entre tener autoridad o ser autoritario (o sea, ejercer el poder de forma extrema).

Lo que no deja de sorprenderme (soy un gato que vive en sorpresa permanente, lo sé) es lo rápido que son capaces de contarse todo en esa casa. Apenas una hora después de terminar la gala del martes, los que se habían incorporado un rato antes a la casa nueva ya habían sido puestos al corriente de todo. Lo del patético triángulo urdido por el fantasma, lo del feriante con la otra nueva, y todo ello con las historias del viudo, que era interrogado por Carlos con su peculiar falta de delicadeza, hasta el punto de llegarle a preguntar si lo del aborto natural que Gema había contado era real o inventado. De esa noche no puedo dejar sin comentar algo que nos mostraron en el diario de ayer. Se trata de esa conversación de Iván con Orlando en la que este vuelve a ganar puntos para mí. Me gusta (y mucho) que Orlando sea sincero con su amigo y le diga lo mismo que ya había dicho a Gema en el jacuzzi, y es que para él los que fueron su única compañía (sin contar al otro Iván, el loro) en la casa los primeros días, estaban por encima de Iván, aunque con este mantuviera más contacto a lo largo del día por tener afinidad en gustos y costumbres. Esto mismo le confesaba ayer, apostillando que en los últimos días la balanza se equilibra y ahora mismo para él están en el mismo nivel, porque se siente muy a gusto con él y le gusta estar a su lado. Solo faltó que se mostrasen cariño de forma algo más afectiva, no dejándolo todo en el plano del "me caes bien", que dijo Orlando. Esto sí que no puede sorprender, sobre todo habiendo observado las horas previas a la gala del martes, en las que pudimos ver al feriante permanentemente al lado de Iván, silenciosos la mayor parte de las veces, con un aura de melancolía entiendo que provocada por el temor de no volver a compartir un día como ese.

Y para terminar, un detalle que nos puede hacer conocer mejor a Mirentxu y entender la situación cuando se produzca el primer encontronazo entre ella y alguien en la casa, que ya se está rifando. Anoche están en el patio, en ese 'rincón de pensar' (copyright Iván), Miren, Palomares y Lizz. Esta última se levanta para marcharse y entonces nuestra nueva vigía le ordena que se lleve un vaso y un cenicero de la mesa, a lo que la modelo le responde que aún no ha terminado, lo cual parece indicar que volverá más tarde. Lizz añade: "Siempre dejo en su sitio lo que he usado yo". Miren entiende esto como que solamente se lo llevaría si lo hubiese puesto ella allí, pero no es eso lo mismo que entendió este gato trasnochador. Su interpretación provoca el comentario crítico y descalificador ante el gesto casi inamovible de un Palomares que nada siempre entre dos aguas, para terminar con un término acorde con la prueba de esta semana.

[Dejo , con una insólita Loli, tal y como quizá la imagina Carlos.]