Anoche Sindi desapareció prácticamente de las pantallas del directo a eso de las dos de la madrugada (aproximadamente) y casi no volvió a aparecer más. Coincidió con una llorera importante en brazos de Marta, que se está ganando el cielo, lo cual viene a ser equivalente al premio final en este concurso. Un rato antes no había querido dar un beso en la boca a Sergio e ignoro si posteriormente discutió con él, aunque puedo sospechar algo así. Para los menos iniciados recuerdo que Sergio es novio de Sindi desde hace unos seis años, si no recuerdo mal (si son cinco no me abronquen, please). Para mí tengo que esta relación está languideciendo públicamente.
Al rato nos tuvimos que enterar por terceros de que Sindi quiere abandonar el programa. Era Hugo quien se lo contaba a Noemí, que lo aprovechó debidamente para meter mierda, su segunda afición preferida después de negar la realidad. Al rato ya estaba apremiando a Sergio para que fuera a hablar con su novia, aunque más bien parecía que estaba azuzando el fuego. No creo que Sindi abandone, pero tampoco la veo recuperando su relación, mucho menos dentro de esa casa. Apuesto que esta crisis se resolverá con la nominación bastante masiva de Sergio, y su expulsión correspondiente porque se trata de un elemento que ha distorsionado la vida de aquella casa. Es un foco extraño, y aunque no esté demostrado que sea infeccioso el resto del cuerpo de concursantes lo terminará expulsando como a un virus.
Al mismo tiempo que Sindi ahogaba sus penas con la encantadora Marta, el cura motero llamaba "cabrito", "gilipollas" (otra vez) y "payaso" a Pepe, mientras decía de Dani que en algún momento había pensado que era "un pelota acabado". Juan está desatado, a punto de explotar de rabia contenida, enmascarada con unas buenas maneras que solo mantiene en la mesa y con el grupo al completo. Él y Ari ofrecieron anoche el espectáculo lamentable de aislarse en el dormitorio mientras todos los demás celebraban la fiesta de la primavera, leyendo los versos que unos habían escrito para otros. La excusa de Ari puede ser su ojo enfermo, aunque a los efectos no haya diferencia entre estar tendido en la cama o en el sofá del salón junto a sus compañeros.
Supongo que según el cura estaba haciendo compañía al enfermo, pero en realidad andaba intercambiando veneno e insultando a algunos de sus compañeros. No lo veremos en ningún vídeo, ni en resúmenes, ni en el debate, y mucho menos en la gala del próximo lunes. Igual que no vimos cuando el viernes pasado, durante otra fiesta, decía que tenía ganas de decirle a Pepe: "Tú eres un gilipollas". Tampoco cuando un rato después se llevaba la mano a los genitales para decir que se pasaba "por ahí" lo de "yo soy de corazón". Sin embargo, otros gestos son ralentizados y con el correspondiente acompañamiento musical (hay música porno para las escenas de cama con la cámara infrarroja, música de tensión, música cómica, y así).
Vuelvo después con la conversación entre Ari y Juan porque tiene gracia que sean precisamente ellos quienes anden haciendo cuentas de las nominaciones, pero no de estas últimas (que fueron cosa de los amigos y familiares) sino de las anteriores. Y luego son otros los que se obsesionan y le dan vueltas al tema. Pero antes debo comentar algo que ayer fue un clamor en los comentarios de este blog y las redes sociales. En la gala del lunes Juan salió de la casa acompañado de su grupo de amigos moteros, los del 17. Iba montado en su niña, su negra, la moto que conduce en Barcelona. Al pabellón de pruebas entraron sus amigos y hermana. Esa misma noche hubo quejas importantes porque se pensó que Juan podía recibir información del exterior de sus amigos, al alejarse de la casa y poder compartir un rato de charla en una especie de descampado (yo la ermita no la vi por ningún lado, pero igual estaba ahí mismo).
Está claro que el grupo iba acompañado de las cámaras del programa, y seguramente de alguna persona de la producción del programa. Esto sería suficiente para que vigilasen de que no le dijesen nada improcedente. En definitiva, no es mayor el riesgo de que se deslice algún comentario interesado que cuando un familiar abraza al concursante, por poner un ejemplo. Está claro que esta posibilidad se reduce si no hay contacto físico (como pasó con Noemí) y es nula en otros casos (como el de Pepe). Como decía ayer, entiendo que haya opiniones contrarias a la desigualdad en las sorpresas, pero también pienso que se debe agradecer el esfuerzo imaginativo de plantear de forma diferente cada encuentro. Y bien pensado, el concursante que no puede abrazar a sus amigos o familiares tal vez esté siendo un poco victimizado, lo cual puede hacer que se incremente el grado de simpatía del espectador hacia él.
Otra cosa es que haya un familiar listillo que aproveche la circunstancia para ir más allá. Por ejemplo, pasar una nota escrita al concursante. Esto hizo el lunes Cristina, la hermana de Juan. En la secuencia de fotos de la izquierda puede verse, y también en el vídeo de esta misma web. Es claro que esta persona saca de repente un papel blanco doblado y se lo da a Juan, incluso se lo mete ella misma en un bolsillo de su cazadora mientras le dice "esto es de tu sobrina", aunque sus palabras quedan atropelladas por las del 'súper' en ese momento.
Todas las alarmas se dispararon ayer, cuando alguien se dio cuenta de este detalle y empezó a difundirlo. ¿Qué ponía en la nota? ¿Se dio cuenta el programa? ¿Habrá alguna sanción para el concursante por incumplir una norma? Por la noche, Juan lo contaba al resto de compañeros mientras les preparaban la fiesta y esperaban encerrados en la habitación blanca. Según su versión se trataba de un papel muy arrugado (no es cierto, en las imágenes se aprecia claramente que es un papel liso, presuntamente doblado en uno o dos pliegues) y que le habían obligado a devolverlo sin haberlo podido leer. Lo que no sabemos es cuándo fue devuelto, el momento en que el programa descubre el pastel, y si es cierto que no lo llegó a leer.
Por tanto, creo que el espectador de este programa merece una explicación sobre estos extremos. Si a Sindi le hicieron leer en el 'confe' la nota escrita a Pepe, y Jordi González la enseñaba a cámara en el debate, creo que este escrito de Cristina (supuestamente de la sobrina) debe ser igualmente mostrado, además de aclarar si realmente hay alguna posibilidad de que el concursante accediese a su contenido. Tampoco es que se pueda pasar en una nota un secreto de estado, no creo que fuera una versión comprimida de Wikileaks. Aún así, solo conociendo en que consiste podremos saber las intenciones de Cristina, la hermana de Juan, que con cierto cachondeo aclaraba que nominaba a Pepe "por descarte, eh, solo por descarte". Por descarte será eliminado su hermano a no mucho tardar. Solo por descarte, eh.
También Carmen, la madre de Hugo, le pasó algún tipo de información cuando le dijo que estaba todo bien, presuntamente refiriéndose a Julia, novia de este. Algunos han pensado que con esto el de Vielha ya se iba a quedar tranquilo, pero tanto él como muchos otros, entre ellos este gato desconfiado, pensamos que esas palabras tenían tan solo la intención de tranquilizar a su hijo y evitar que estuviese comiéndose la cabeza.
Hugo no sabe que su madre no se habla con Julia, como conocemos nosotros porque lo contó aquella en una gala. Eso sí, la conoce y cuenta con una evidencia mucho mayor que las palabras amables y curativas de una madre: tras la puerta del vestidor no estaba Julia. Por cierto, ayer supimos que Hugo había tenido la tentación de abrir otra puerta (entendí que la de su madre), después de su chasco al no encontrar lo esperado tras la que llevaba el nombre de su novia. Me alegró saberlo porque en directo no paré de pedirle que lo hiciera.
Volviendo a lo de Ari, su discurso es tan cambiante que si analizamos la postura que adoptó al principio del programa y lo que ahora defiende podemos llevarnos más de una sorpresa. Con cierto pesar porque no he dejado de tener cierta simpatía hacia esta concursante (a pesar de sus "¿vale?", "¿sabes?" o "¿entiendes lo que te quiero decir?"), hoy voy a desmontar a Ari. Todos la hemos escuchado estos días, por un lado extrañada de que Pepe dé tanta importancia a las nominaciones, de otro negando a este que le tuviera que decir las cosas que ella había visto en él y no le estaban gustando. Así se lo pidió Pepe el viernes, apelando a la amistad entre ambos. Pero ella negó la mayor. No tenía por qué hacerlo.
Pues bien, ya estamos comprobando quién se obsesiona más por las nominaciones. Anoche mismo eran Ari y Juan quienes intentaban adivinar quién le había nominado a ella dos semanas atrás, haciendo conjeturas sobre si habrían salido con dos o tres votos. ¡Alucinante! Ahí no queda la cosa porque la memoria es revolucionaria, y en este programa hay un importante archivo de vídeos que conviene tener bien indexado. Así se puede descubrir una joya perteneciente al resumen del día 31 de enero. En el mismo hay una sucesión de conversaciones con Ari como eje central. ¿Adivinan qué reclamaba? Pues sí, que antes de nominarla, si alguien tenía algo en contra de ella se lo dijera.
Ari estaba por aquellas fechas enfadada por haber salido nominada dos veces seguidas, como si eso fuera algo muy grave. Hasta dónde llegará el histrionismo de este personaje que ya tras la expulsión de Zulema, primera de la edición, decía que "después de esto me espero cualquier cosa". Aún más, criticaba entonces al 'páter' porque estando nominado David (que viajó a plató con la expulsada) estaba tan tranquilo tratándose de su gran amigo. Ahora le dice a Dani que en tan poco tiempo no se puede apreciar mucho a una persona, pero ella hacía esa curiosa reflexión enjuiciando las reacciones de otro, y lloraba desconsolada la salida de Zulema, con quien había convivido unos pocos días.
Ari había quedado nominada por segunda semana consecutiva y no solamente le había sentado muy mal, sino que andaba reclamando explicaciones por ello. Ahora dice que "esto es un juego y hay que nominar", pero entonces decía que "esas cosas que hay, que no gustan de mí, que me las digan". Hablando con David hacía conjeturas sobre quién podía haberla nominado y por qué, no es Pepe el único, ¿no?: "Puedo sospechar de dos personas, pero... esta semana todo el mundo ha tenido muy buen rollo conmigo. Y mucho besito, y mucha leche... pero Ariadna está nominada". Incluso hablaba de obsesiones: "Está claro que alguien está obcecado conmigo", decía, a lo que matizaba Azucena que más de una persona. Luego daba explicaciones increíbles a su preocupación: "Me fastidia no por ir a salir, me fastidia por el hecho de que me siento imbécil aquí".
Recuerdo una vez más que estamos al principio y Ari solamente ha sido nominada dos veces. Entonces se produce una reveladora conversación en la mesa con Juan. En realidad discuten, llegando a elevar el tono en más de una ocasión. Argumenta Juan: "A lo mejor hay algo que está haciendo que la gente te nomine". Y eso genera la airada respuesta de Ari: "Pues que me lo digan". Claro, por eso ella cogió a Pepe hace un par de semanas y le contó aquellas cosas que no le estaban gustando de él, antes de darle su punto en las nominaciones. "Si hay algo que no está gustando que me lo digan. No que se callen y luego... ¡plas!", decía esta concursante, asestando un golpe con su puño derecho en la palma de la mano opuesta.
Más tarde, ese mismo día que ahora rememoro, lo comenta con Verónica y dice: "Es que según él tengo que pensar los problemas que pueda tener la gente conmigo. Es que yo no lo tengo que pensar. Si tú tienes un problema conmigo tienes que venir y decirme: 'Oye, Ari, no me gusta que hagas esto'. Pero si nadie me dice nada, ¿sabes? Entonces voy a pensar que nada le está sentando a nadie mal". De forma que si alguien tenía un problema con ella debía ir a decírselo, siempre antes de nominarla. Claro, claro, porque a ella no se la puede nominar sin dar previamente explicaciones.
Sigue diciendo Ari: "Te dicen: 'Es que a lo mejor tenías que pensar en las cosas que sientan mal'... no, tronco, coges y me lo dices. ¿O es que no me lo puedes decir? ¿Qué problema tienes en decírmelo? ¿Que no eres capaz de dar la cara? Porque en la vida una persona que no es capaz de decirme las cosas a la cara, y las verdades... como puños, pues qué quieres que te diga, para mí eso es una persona que es falsa". Este es el fragmento que más me gusta porque me permite, basándome en propias palabras de Ari, decir que es una falsa porque no se atrevió a decirle a Pepe las cosas a la cara, porque no dice las verdades... como puños.
Son casos absolutamente paralelos y equiparables. Ella le contó a varias personas las cosas de Pepe que le habían molestado. Algunas eran falsas, como ya hemos contado aquí. Pepe sí estuvo con ella tras la expulsión de Michael, incluso aguantando la carcajada (y el pis) ante ese increíble discurso de "he vuelto a sentir por Hugo lo mismo que al principio". Ciertas observaciones eran tan respetables como cualquier otra, aunque en mi opinión un poco injustas o cogidas por los pelos. Como que no le gusta que Pepe se coma la cabeza por las nominaciones (le dijo la sartén al cazo) o que hiciera bromas con segundas intenciones en la mesa (pero su comparación con la oveja y el rebaño era de buen rollo, claro).
En cualquier caso, todo lo anterior se lo contó a Cristian, a Berta o a Juan. Nunca a Pepe. No fue capaz de dar la cara. Si ella misma se viera con la mentalidad de dos meses antes se estaría poniendo de falsa para arriba. Esto es una danza y merece la pena tener memoria para poder sacar del cajón los vídeos del pasado. En esta danza unos están más quietos que otros. Hay concursantes que permanecen fieles a sus principios y opiniones. Otros cambian según va dando el viento. Por ejemplo, la misma Ari decía a las dos semanas de empezar: "Jamás podré tener buen feeling con Noemí". Ya ves. Tengo claro que Ari en esta historia es una danzarina de lujo.
Por si alguien prefiere verlo y rememorar, aquí está el vídeo del que hablo:
Quiero aprovechar que ayer fue un día relativamente tranquilo en la casa más famosa de Guadalix, para hacer una reflexión sobre algo que trata Gilda Santana en su imprescindible libro sobre los diez primeros años del programa ('Diez años de Gran Hermano. Diario de una guionista'), que ya va por su tercera edición, cosa que celebro con gran gozo. Habla Gilda de dos tipos de espectadores: aquellos que deciden convertirse en jueces y castigan a los concursantes atendiendo a ciertos principios; frente a otros que prefieren ejercer de guionistas, intentando eliminar a los concursantes que aportan menos tramas, esos que desde siempre hemos llamado muebles o setas.
Es una interesante observación, a la que quiero hacer mi propia y breve aportación. Creo que algunos espectadores somos tercera vía, y decidimos a quién damos nuestro apoyo (unos con su voto y otros solo con nuestra opinión) desde el corazón. Como dice Juan: "De cor a cor". Solo así puedo vivir este programa. Principios y valores juegan un papel importante. Tanto o más como el deseo de seguir la diversión, que no es otra cosa que el temor a dejar de hacerlo. Pero por encima de eso, este humilde opinador se deja guiar por su corazón. No soy ni juez (yo acostumbro a decir dioses, mucho más ambicioso) ni guionista. Solo soy un pedacito de corazón. Pepe dice: "Aquí te cogen el corazón y te lo muerden". Pues aquí fuera pasa lo mismo, y yo me voy fijando en quién y cómo me lo muerde.
Toca hoy una modesta celebración de este blog, que quiero compartir con quienes lo hicieron posible. Ayer batimos récord histórico absoluto de visitas y páginas vistas. En la cabecera de la página de estadísticas pone desde las doce de la noche lo siguiente: "Día con más actividad: 27 de Marzo de 2012". El récord anterior fue del día posterior al vaso de agua de mi querida Indhira. Han hecho falta para ello dos años y pico (desde el 27 de noviembre de 2009). Esta celebración no es mía, sino de todos (me siento un poco Evita Perón diciendo esto). ¡Gracias a todos!
Y dejo anuncio de venta de moto (lo encontré en Twitter). En definitiva, Juan nos la está vendiendo ya desde hace tiempo. También el cartel de 'Pepe Elliot'. No digo más.