Asumiré que es imposible contar todo lo que ha dado de sí este fin de semana. Tendré, por tanto, que ir al grano más que nunca, seleccionando lo más importante de las decenas de páginas con mis notas. Aunque, en realidad, nos podríamos limitar a la noche y madrugada del viernes, una de esas que hacen afición. Antes de ello, recordaré que esta noche hay gala. ¡Y menuda gala! Las visitas familiares sorpresa hacen de este programa uno de los míticos, permaneciendo en nuestro recuerdo muchos grandes momentos desde aquella primera edición de hace casi doce años.
Por si esto fuera poco, tenemos una expulsión importantísima para el desarrollo del programa, para la que apenas tendrá la audiencia cuatro días de votaciones, con un fin de semana soleado de por medio, que habrá animado entre poco y nada a votar. Quiero decir con esto que los resultados que arrojan las encuestas, o incluso los porcentajes ciegos que conocimos anoche en el resumen y luego comentaré, pueden ser menos significativos que nunca, existiendo la posibilidad de que se produzca un vuelco en cualquier momento. A pesar de una aparente marea a favor de Pepe, se ha ido forjando enemigos desde hace semanas, lo cual puede hacer peligrar su permanencia en el programa. Nadie podrá decir que no habíamos avisado.
Pongamos en antecedentes el relato que ha de venir. Berta había llegado a un pacto con Dani para no nominarse nunca entre ellos dos. Por otro lado, Ari ha mantenido durante semanas que Pepe era fundamental para ella en la casa, apoyándose en él multitud de veces. No en vano, la madrugada posterior a la expulsión de Michael se confiesa con él y le cuenta que ha vuelto a sentir por Hugo lo mismo que al principio. No se lo cuenta a Noemí ni a ninguna otra persona en la casa, sino a Pepe, en una clara muestra de amistad. Para completar el cuadro, Noemí había estado una semana fuera, viviendo su propia aventura brasileña que le hace salir de la casa y hacer un largo viaje transatlántico. Me paro aquí para hacer una reflexión que considero importante. Noemí aseguró el viernes de madrugada: "Yo puedo asegurar que fuera este grupo gusta". Se refería a su salida de la casa, de la que ha contado que no estuvo en todo momento acompañada por alguien del programa. Posiblemente mienta una vez más, pero en este caso compromete al propio programa. ¿Habrá alguna explicación sobre esto? Creo que lo merece.
Entremedias, los días anteriores a la expulsión de Cristian, este y Juan empiezan a hacer un trabajo consistente en convencer a sus compañeros que Pepe será inmune a partir de ahora porque tiene un grupo fuerte a su alrededor. Esta reflexión se hace en público y en privado, eligiendo una persona como principal destinataria de ese mensaje. Se trata de Ari, quien parece convencerse fácilmente de que su posición es especialmente peligrosa, una vez se han marchado todos sus afines en lo que ella misma bautizó como su propia maldición. El objetivo de esa labor intoxicadora es uno muy simple. Juan y Cristian quieren ver nominado a Pepe y están convencidos de que si este último o Berta son expulsados esa semana no habrá forma.
Solo sería posible que Pepe resultase nominado el pasado jueves si conseguían un voto más. Con Noemí no pueden intentar hacer proselitismo porque está en Brasil, aunque como muestra de su portentosa intuición Cristian piensa que nunca se ha marchado con argumentos tan absurdos como que el avión de las imágenes que vieron el domingo anterior era muy pequeño. Y a Dani le consideran perdido porque se ha unido a eso que Ari denomina "rebaño". No fue algo dicho en petit comité sino para que lo escuchase todo el grupo durante el juego de los animales propuesto por el programa. Llegado el momento de que Ari decidiera con quien identificaba la oveja ella dice que Pepe, porque siempre le sigue su rebaño. Un dardo en toda regla, acompañado de su conocida risa, con la cual a veces parece querer revestir de un tono de broma hasta la maldad más venenosa, como en este caso.
La labor proselitista, algo en lo que los religiosos tienen gran habilidad y una honda tradición, se intensifica especialmente la noche anterior a la expulsión del esperpéntico Cristian. La conclusión de este gato cronista fue que habían sido exitosas las gestiones de Juan y Cristian: Ari nominaría a Pepe. Así lo expresaba el pasado jueves: "Ari creo que nominará a Pepe. Me puedo equivocar, pero de otro modo no veo justificado su machaque de ayer durante horas, hasta muy altas horas de la madrugada. Es curioso que Cristian solo trasnocha vísperas del día de expulsión y nominaciones. (...) La jugada de Ari anoche fue doble. Por un lado consistía en echar tierra sobre Marta, intentando perjudicarla ante la expulsión de hoy. Por otro, la crítica basada en naderías prendidas con pinzas para justificar su nominación de esta noche a Pepe".
Pues bien, llegó el jueves y, efectivamente, Ari nomina a Pepe. También Berta hace lo mismo con Dani. En este caso no hay ningún signo que haga pensar en esa maniobra, tan torpe o más que la de su amiga. Está claro que ninguna de las dos comete una traición. Nominar nunca es traicionar, aunque en ocasiones sea una puñalada trapera perpetrada públicamente, con nocturnidad y alevosía, en directo y en primetime. El fallo de Berta no está en su nominación, tampoco en esa respuesta tan poco favorecedora, negándole a Dani que le haya nominado.
Lo último es sencillamente feo, también torpe. Una cosa es reservarse lo que nominó, responder que no desea revelar sus nominaciones o directamente mentir diciendo que no lo hizo. Otra bien distinta dar un abrazo cariñoso, con refriega en la espalda, y con la mejor de sus sonrisas decir que no, con gesto de "pero qué va, ¿cómo puedes pensar eso?". Está feo, ya digo. Pero el gran fallo de Berta fue decirle a Dani antes de entrar a nominar: "Lo que dijimos en la caravana: ¡uno de los dos ganador!". Lo de esta concursante es una cara más dura que hormigón armado. Ya no es que le nomine sin haber roto ambos el pacto de la caravana, sino que incluso le recuerda el pacto para hacer ver que no le nominará y así evitar su voto. Berta juega y luego dice que no sabe jugar.
Una cosa es nominar y otra hacer juego sucio. ¿Ha traicionado Berta a Dani? Si acaso, incumplió un pacto. Pienso que se traicionó a ella misma. Intentando asestar una puñalada trapera a quien fue su único compañero la primera semana de estancia en esa casa, en realidad se estaba metiendo el puñal entre las costillas, ahogando su posibilidad de progresar en el concurso. Aparte de ser una concursante anodina, inexpresiva y menos importante que cualquier elemento del mobiliario, jugó sucio y creo que la audiencia debería castigarla mandándola a su casa. Además, de esa forma se mantendrá la tradición de la famosa maldición de Ari. Todo el que se arrima a la madrileña sale desfilando hacia Fuencarral. Así debería ser esta noche, con más justificación que nunca, si cabe.
Ari tampoco ha cometido alta traición nominando a Pepe. Su gran fallo ha sido intentar vender su nominación con justificaciones absurdas, pretendiendo ocultar las auténticas razones. Ese es su pecado: intentar burlarse de la audiencia dando la vuelta a la tortilla. Más le valía haber sido sincera, tanto de puertas adentro como de puertas afuera. Otra cosa es que hubiera evitado la intoxicación de los días anteriores y la noche del jueves se sentase en la sala de confesiones para decir algo así: "Hoy nomino con la cabeza porque creo que corro un serio riesgo al haberme quedado sola en el juego, por tanto, debo nominar a Pepe con todo el dolor de mi corazón, pero esto es un juego". Su opción es otra bien distinta, prefiere darle la vuelta a la tortilla de forma insólita, además de inventarse una historia inexistente, plagada de excusas absurdas.
Una a una se pueden rebatir todas las excusas de Ari, pero elegiré un par de ellas a modo de ejemplo. Dice que cuando fue expulsado Michael no fue Pepe a consolarla, pero no es cierto. Ya he mencionado antes que cuando este gato se pone a escribir al alba del viernes está Pepe en la cama de Ari escuchando cómo le cuenta, con el cadáver virtual del 'poli' aún fresco, que ha vuelto a sentir por Hugo lo mismo que al principio. ¿Que no la consoló? Pero si incluso hizo de consejero amoroso, debiendo escuchar una patraña como esa sin ponerla en evidencia. Además, hemos visto a Ari rechazar el consuelo en muchas ocasiones, algo que comentaba un día de estos con Dani, a quien pedía excusas por ello. Otro de sus argumentos es que Pepe y su grupo (supongo que fundamentalmente se refiere a Hugo, sobre el que ha debido dejar aparcados sus sentimientos porque ahora está más preocupada de otras cosas) hacen bromas que son pequeños puñales. Viene a decir eso quien llama "rebaño" a cinco o seis concursantes riendo después y aclarando que se trata de una broma.
El planteamiento más falaz es cuando Ari dice que ha nominado con el corazón en lugar de con la cabeza. ¿No parece justo lo contrario? ¿Por qué se esconde? Una de las conversaciones más importantes de la mencionada noche del viernes fue entre Ari y Pepe, pero no la pudimos ver en directo. Tuvimos, eso sí, el relato que hicieron ambos después, además de la visión parcial de anoche en el debate. Suficiente para decir que Ari pretendía quedar como ofendida, mientras Pepe le dice con claridad que sus razones no le importan. Si no fuera porque sabemos que fue Ari quien nominó a Pepe habríamos pensado que era al revés. Ella es la que llora y parece dolida, ¿por qué será?
Yo creo que Ari llora porque es consciente de que se ha equivocado y no sabe cómo arreglarlo. Se encuentra perdida y diría que dudando de sus propias dudas. Se creyó la historia de que Pepe señala quién debe ser expulsado y así resulta, como si fuera un Dios. Se creyó que como líder de su grupo influye o determina las nominaciones de sus integrantes. Se creyó que Pepe iba a nominarla. Se equivocó la paloma, se equivocaba, como decía el poema de Alberti ("Por ir al Norte, fue al Sur. Creyó que el trigo era agua. Se equivocaba..."). Pepe es un líder natural que ha logrado tener un grupo de personas alrededor que le quieren, respetan y apoyan. Pero es rotundamente falso que influya en sus nominaciones, que ni siquiera conoce muchas veces. Esta semana, sin ir más lejos, se enteraba el domingo por la mañana de a quién había nominado Sindi. Además, el grupo no nomina a Pepe, pero sí se nominan entre ellos. Por ejemplo, Hugo ha nominado a Marta repetidamente.
A Ari parece molestarle que Pepe tenga un grupo sólido de gente no dispuesta a nominarle salvo cuando sea imprescindible. Hasta tal punto es así que le llega a decir que ya le traicionarán. Se cree el ladrón que todos son de su condición. La respuesta de Pepe es demoledora en ese momento. Le viene a decir que si a ella le jode que le pase eso (que tenga un grupo de gente para quien es intocable) es porque no será muy amigo suyo. Según lo cuenta Ari parece que hubiera querido comprobar si Pepe iba a digerir bien su nominación, como si no supiera que él no se lo toma nunca bien (ella tampoco, viendo su amargura desde el jueves). Primero le nomina y luego exige que su respuesta sea la que ella desea. Pero la amistad no se pone a prueba. Que alguien se lo diga, por favor. 'Súper', ¿puedes? ¿A quién le iba a importar? Hazlo, 'súper'.
La conversación de Ari y Pepe es el comienzo de la noche. Una noche de viernes en la que muchas conversaciones se entrecruzaban, con idéntico interés a las principales. Hugo y Dani arreglaban sus diferencias hasta el punto de que el de Vielha decía lamentar haberle nominado. En otro punto del salón, Alessandro charlaba con Marta encima de sus rodillas. Este fin de semana podrá ser recordado como aquel en que el italiano salió de su letargo. Durante semanas ha sido tibio, silencioso y poco comprometido. Por eso personalmente valoro más su despertar. Con Marta analizaba la entrada de Sergio de parecida forma a como lo hacemos aquí fuera. Perjudicará a Sindi, igual que a la relación de esta con Marta o Pepe. No les hace ninguna gracia, como a nosotros. Estos detalles de comunión entre concursantes y audiencia son los que algunos no entienden y se piensan que si salen unos y no otros es por extrañas alianzas internas. Pero quien expulsa es el espectador.
Noemí había animado a Ari para que hablase con Pepe y, por consiguiente, merecía comentarlo con ella. Luego se unía a la conversación Juan. Solo apuntaré que Noe no defendió a su mosquetero en ningún momento. Durante toda la noche estuvo entre perdida, sin saber ella misma lo que quería defender, y ejerciendo de metemierda con bastante soltura. Cualquier cosa menos mediar entre dos amigos. Le dijo a Ari que no sintiera tristeza por Pepe porque él tampoco la iba a sentir por ella. ¿Tristeza de qué? Por su parte, Juan se quitó el calzón (una imagen desagradable, lo sé) y se destapó como cura felón. Es el más reventado de todos, y ahora veo claro que no merece volver a ser autorizado a dar misa porque ha faltado repetidamente a su religión.
Poco cristiano es un tipo que llama "gilipollas" a otro, como hizo Juan con Pepe. No se lo dijo a la cara, pero rabia por hacerlo. Eso sí, no pienso que lleguemos a ver esas imágenes nunca, aunque en el blog 'Somos un buen lugar' tienen el vídeo (haz clic aquí). Otro que se equivoca y cuando quiere argumentar contra Pepe le sale una defensa no deseada, como cuando le cuenta a Ari, esa concursante a la que hace cuatro días decía no tragar, que "la gente se queda con las personas, no con los grupos". Pues eso. Juan empezó hablando de su petaca caliente, retransmitiendo sus erecciones y sobando a Ochoa. Ahora anda repartiendo tósigo y sembrando odio. Y no me venga nadie con la monserga de que es un hombre. ¿Un hombre? Es un cura, ¡maldita sea!
El segundo escenario principal del viernes fue la conversación de Noemí y Pepe en el jardín. Descifrar las intenciones de Noe en esa charla es francamente complicado. Al menos todavía no había vuelto a balbucir como ante Paolo, aunque quedaba mucha noche y al final terminaría haciéndolo. Me dio la impresión de que intentaba acorralar a Pepe, pero ni naciendo cien veces lo conseguiría. El bailaor contaba con la ventaja de saber que le estaba mintiendo en su cara, con el descaro acostumbrado en ella. Vio como hablaba de él con Juan, pero ella lo negó. También le dijo que no había comentado con Ari la charla de esta y Pepe un rato antes, pero se coge antes a un mentiroso que a un cojo y poco después le cuenta a este algún detalle de esa conversación que supuestamente no había tenido. Para mentir tanto hay que tener buena memoria.
"¿Pepe, tu aquí a qué has venido? ¿A pasarlo bien y vivir la experiencia o a por el dinero?", le pregunta Noemí a Pepe, ya en el tercer y definitivo escenario de la noche, el baño mapamundi. ¿Qué diablos pretendía? A ese escenario se fueron incorporando los otros dos mosqueteros, Hugo y Alessandro. Y este sería el momento cumbre de la gloriosa noche. "¿Pero qué hablas tú, Noe? ¿Ahora qué eres, la honestidad en persona? ¡Pero si tú eres la que más tiene que callar!”, le espetó Pepe, sin cortarse. Luego le pondría en sus narices la realidad de su relación con Ari, recordándole los aquelarres que esta hacía junto a Vero y Ochoa para nominarla, o las veces que volviendo Noe de la sala de expulsiones ella se daba la vuelta haciéndole el feo de un desplante como ese. También le recuerda la noche que, delante de Hugo, le dijo "me voy con la chicas, no me apetece nada pero tengo que hacerlo".
Noemí justifica la relación con su nueva amiga, incluso su defensa de esta, porque tiene que tener una chica para poder contar ciertas intimidades que no puede contar al "papi". Claro, por ejemplo, decirle que no ha tenido nada con Fael. Tan solo besitos, le contó, mientras hacía con ambas manos gestos como de dos pollitos dándose el pico. Y eso que prometió en directo y en primetime que lo iba a contar todo. Ya está claro que no será así. Nos ha vuelto a engañar a todos, al programa, a Mercedes Milá y a la audiencia. No ha contado una mierda.
En la conversación del baño vimos a Hugo defendiendo más que nunca a Pepe y desmontando las ideas falsas sobre sus supuestas influencias en las nominaciones de los demás. Aunque llama más la atención que Alessandro se destape apoyando cien por cien a su amigo. Noemí no parece captar el mensaje, o quizá sí. Los dos le están diciendo que para ellos es más importante Pepe. A ella ya la han calado, valoran más la lealtad de su amigo. Lo más importante es que Hugo y Aless le siguen defendiendo aun cuando él ya no está. Pepe había tenido durante la noche una intervención íntegra y honesta, aparte de demostrar que su "ordenador de a bordo" funciona a las mil maravillas. Para cerrar la noche decidía dar uno de sus golpes de efecto. "Te vuelvo a decir que os habéis apuñalado mutuamente, que hace nada se giró delante de ti y se fue sin darte la enhorabuena, dejándote ahí como un pedazo de mierda. Y con esto no quiero hablar más del tema ni darle más vueltas, está todo muy claro", terminaba diciendo Pepe y salía del cuarto de baño camino de su cama. La noche del viernes, Pepe salió por la Puerta del Príncipe, como le corresponde. Se llevaba varios trofeos, y merecía salir a hombros, como los mejores toreros abandonando la Maestranza de Sevilla o las Ventas en Madrid. ¡Por la puerta grande!
Es casi imposible captar muchas claves de lo que está pasando en la casa estos días sin conocer un detalle de la prueba semanal. Hay cuatro concursantes que tienen misiones especiales. Son las llamadas "impertinencias". Dani es "el tocón", y cada vez que hable con una persona debe tocar algún punto de su cuerpo. Pepe es "el empanao" y debe hacerse el sordo, o el que no se entera, preguntando cada dos por tres "perdón" o "¿cómo?". Hugo es "la sombra" y debe pegarse a la primera persona que tenga a su derecha cuando suene la señal de relax total. Y Marta es "la que cambia el discurso", y debe jugar al nudo al revés, decir lo contrario de lo que piensa y quiere. Como voy tarde y exageradamente largo hoy diré dos cosas solo. Pienso que no deberían haber elegido impertinente a ningún nominado para que no le pueda afectar en una semana tan crítica. Por otro lado, si no se explica esta trama será imposible que la gente sepa por qué Marta está comiendo macarrones, lo cual ya le ha sido recriminado por Ari, celosa de que cuando ella era cocinera no los comía. Pero de esto habrá que hablar otro día porque tiene guasa que Ari no vea con malos ojos haber tenido que personalizar el menú para Cristian y sí para Marta.
Aless dando ayer una lección (otra) a Noemí. Dice delante de ella, Dani, Juan y Berta que no le puede dar una pulsera que a él le regaló Marta porque "los regalos no se regalan". No vimos un primer plano del rostro de Noe, que habría buscado cualquier buen director de cine en ese momento.
Dice Sergio: "¿Eres mujer y no sabes cocinar?". Sindi le manda callar, no porque ella sea menos machista, simplemente es más lista. Antes le había dicho a su novia que no le gustaba el escote tan provocativo que llevaba. Y después, ella había acudido rauda en cuanto le vio fregando un vaso. "¡Qué haces ahí!", le dijo, ocupando su lugar de inmediato. Y eso que son gente muy joven. Deprimente.
Dani le pregunta a Ari si a ella en las películas le gustan más las princesas o las brujas. Ella responde sorprendida que las princesas. "¿Cómo me van a gustar las brujas?", añade. Puedo imaginar la respuesta omitida por el de Burgos, que tiene mucha más retranca de la que parece.
Dejo abajo los porcentajes ciegos en una captura de pantalla. Esta noche hay una fiesta, tenemos gala. En la casa van a pensar de todo: que esto se acelera, que va mal de audiencia, que igual a partir de ahora hay dos expulsados cada semana y, por tanto, solo queda poco más de un mes para el final del concurso. De todo. Va a ser una locura. Como las visitas de familiares y la repesca, aún no anunciada oficialmente pero por la que yo sigo apostando. Por cierto, espero que no entre en liza Aristidín, quien lleva semanas sin asistir a las galas.
No voy a hacer previsiones sobre lo que sucederá esta noche, pero sí tocan unos pocos apuntes en el observatorio de hoy. Ariadna dice que Pepe es intocable, pero ambos han salido nominados 3 veces, demostrando que tan blindado no debe estar. Juan dice que se ha sentido utilizado por Pepe, que en su momento le dio un voto de confianza y no le nominó, pero fue Pepe y sí le metió la nominación el día del puré. Resulta que ese día (sextas nominaciones, 24 de febrero de 2012) ambos se nominaron mutuamente. Ya sé que Pepe antes que Juan, sencillamente porque el programa decidió que nominase primero.
Y una última cosa: Hugo presume de que sus nominados siempre han sido expulsados, pero es solo un espejismo de su mente. La primera semana nominó a Azucena y Mary Joy, pero resultó expulsada Zulema. La segunda acierta con Azucena, la tercera con Aristidín (estaba fácil), la quinta con Vero y la sexta con Ochoa (la cuarta nominaron en positivo). Falla la séptima porque no nominó a María, como es natural; y la octava porque nominó a Cristian y Marta, pero salió Michael. La última semana se recupera y vuelve a acertar con Cristian. Esta semana esperemos que haya acertado otra vez.