20 razones (más una) para ver Gran Hermano 12+1

telecinco.es 19/01/2012 08:23

A estas horas imagino que casi todo el mundo se habrá informado de lo comentado en la rueda de prensa de Gran Hermano, detalles que ha dado esta misma web con profusión de fotos y vídeos, incluso hemos conocido la nueva careta del programa, entre otras cosas. Está de más, por tanto, que venga yo a descubrir lo comentado en la rueda de prensa que tuvo lugar ayer en Guadalix, con Mercedes Milá, Jordi González, Álvaro Díaz (director de las galas), Jaime Guerra (productor ejecutivo del programa) y Manuel Villanueva (director de contenidos de la cadena).

Por eso he pensado en hacer uno de esos rankings que funcionan tan bien en los blogs. De la abundante información que conocimos ayer he rescatado de forma aleatoria lo que se me ha quedado en la memoria y me ha parecido razón para ver GH 12+1. Para algunos, entre los que me encuentro, solo uno de los puntos siguientes sería razón suficiente, pero el conjunto seguro que va a convencer a casi todos. Advierto que no manejo información privilegiada, solamente la oficial entremezclada con mi propia imaginación, más calenturienta a medida que se acerca Gran Hermano. Voy a ello:

  • Porque mañana Mercedes va a comunicar algo que nunca ha ocurrido en la historia del programa. Tiene relación con el nombre del programa y con el público que quiere entrar en el programa. Hasta aquí pueden leer.
  • Porque me parece que este va a ser el GH de las dos plantas o niveles. En el plató los habrá, ojalá que en la casa también (o es eso o le ha salido chepa).
  • Porque no nos podemos quedar sin saber cuál es el secreto que encierra la cocina. Por cierto, entiendo que las lámparas hechas con bolis Bic (cristal, que escribe normal) son una tentación para los concursantes. Alguno lo usará para escribir, como si lo viera.
  • Porque va a ser obligatorio que se sienten juntos a comer, lo cual agradeceremos todos. Además, la comida no podrá ser repartida ni se podrá guardar cada uno su parte.
  • Porque vuelve el reparto de tareas domésticas obligatorias.
  • Porque habrá una 'boca de los deseos' para que los concursantes puedan hacer sus peticiones, siempre a cambio de algo. Algo así como el teléfono rojo en versión 'Vacaciones en Roma' (mezclado con la niña de 'El Exorcista').
  • Porque entra, por primera vez, un concursante no residente en España. Parece que andaba por aquí de vacaciones y no se le ocurrió nada mejor que presentarse al casting.
  • Porque hay un nuevo 'súper'. Pepa está de baja por maternidad (¡enhorabuena!) y Floren Abad se pone al frente, después de su dilatada experiencia en 'GH VIP', 'Supermodelo' o 'Fama'.
  • Porque hay nuevas cámaras que giran 360 grados y son de alta definición.
  • Porque esa cama en medio de la piscina tiene que ser testigo de auténticos momentazos.
  • Porque habrá que ver lo que tardan los concursantes en protestar por la ducha transparente, o incluso taparla de mala manera.
  • Porque hay que ver el 'probódromo', invento de casi imposible pronunciación donde harán las pruebas y que tiene unos 300 metros cuadrados. Sí, pero ¿dónde está?
  • Porque se van a jugar a todo o nada el presupuesto en las pruebas. Eso les hará espabilar. O no.
  • Porque queda mucha casa por ver. Ayer no nos mostraron los dormitorios, por ejemplo.
  • Porque eso de los doce más uno concursantes como máximo me suena a que solo podrá haber ese número a la vez dentro de la casa, no a que con casi cuarenta finalistas solo vayamos a conocer un número tan reducido. Sobre la duración, si funciona como estoy seguro de que va a funcionar ya veremos si no es mayor a los tres meses previstos inicialmente. No hace falta recordar un reciente programa de telerrealidad que en la primera gala anunció solo 8 galas y al final hubo bastantes más.
  • Porque vamos a tener, por primera vez en mucho tiempo, el directo gratis. ¡Viva mitele!
  • Porque los resúmenes irán en el access prime time, o sea, de nueve y media a diez y media. Como las últimas veces, en laSiete.
  • Porque en el debate estará Boris Izaguirre. Eso es diversión asegurada y me recuerda los míticos tiempos de 'Crónicas marcianas'.
  • Porque el debate tendrá una grada de exconcursantes, lo cual indica que han hecho caso de la masiva petición popular. Aparte de los opinadores profesionales tendremos también la visión de quienes estuvieron ahí dentro. Espero que les den cancha.
  • Porque en la cabecera se adivinan blogs, foros, twitters, facebook y demás comunidades de seguidores del programa. ¿Alguien imagina un GH sin el barullo que se monta en Internet cada edición?

Y porque no dejaríamos de verlo por nada del mundo. ¿A que no?

Convertir una ilusión de realidad en magia auténtica

El comienzo de este Gran Hermano viene a coincidir con la salida al mercado de un libro que recoge los primeros diez años del programa desde la óptica de una de sus guionistas. Ese diario de una guionista es algo más que eso, porque ella es más que una guionista. En el libro explica por qué un programa de telerrealidad necesita de guionistas. También explica por qué algunos definen este género "híbrido entre la realidad y la no ficción como 'macrogénero', 'hipergénero' o 'género total'" (capítulo 'Reflexión tras diez años como guionista de realities'), aunque se haya popularizado el término reality show. Explica muchas cosas, convirtiéndose en un escrito imprescindible para cualquier amante del programa. Ayer se repartió entre la prensa asistente a la rueda de prensa por deseo expreso de Mercedes Milá y, además, en esta web se ha publicado el capítulo completo de preguntas y respuestas.

Pero lo más importante es de quién se trata, quién es la guionista. Como algunos ya sabrán, se trata de Gilda Santana, responsable de los resúmenes de Gran Hermano desde la primera edición hasta GH 11, e incluso en ese delicioso estrambote que llamaron 'El reencuentro', gracias al cual pudimos disfrutar de Pepe Herrero otra vez. Es, como puede verse, una pieza fundamental en esta historia. Si alguien podía escribir un libro sobre el programa era ella. Podía y tenía que hacerlo.

Gilda se plantea este ensayo como un diario de las diez primeras ediciones, narrando de forma detallada lo acontecido en fragmentos de tiempo que varían de acuerdo con el momento de la narración, desde el diario de los comienzos hasta el repaso semanal en ediciones posteriores. Se nos presentan ordenados los recuerdos de la persona encargada de resumir para todos nosotros en apenas media hora (cuarenta minutos, en el mejor de los casos) lo ocurrido en la casa cada día. Y lo hace como si hubiera sido escrito en tiempo real, enriqueciendo el relato con las notas a pie de página (en este caso acertadamente integradas en el texto), que se encargan de contextualizar y ampliar la información dada.

Era una apuesta arriesgada y Gilda ha salido de ella con maestría. Diré que no me he leído el libro completamente (acaba de salir a la venta y la autora me lo hizo llegar amablemente este mismo martes), pero no he resistido la tentación de ir picando aquí y allá, deteniéndome aleatoriamente en algunos pasajes o buscando momentos concretos de determinadas ediciones. Al final he leído durante horas un porcentaje importante de lo escrito, aunque de forma lamentablemente caótica, con el ansia de un niño pequeño deseoso de abrir todos los paquetes de sus regalos de Papá Noel. Sin ganas de parar, deseando que no se acaben nunca los regalos.

Porque este ha sido, amigos míos, uno de los mejores regalos que podía tener este gato soñador. Es un sueño cumplido tras un difícil parto, pero con un final feliz. Su mamá puede estar bien contenta. Gran trabajo, querida. Increíble tu minucioso diario, y necesarias tus didácticas explicaciones. El niño ha salido fantástico, y tendrá muchos padrinos, tantos como amantes hemos sido (y somos) de este maravilloso formato televisivo. ¡Enhorabuena!

A esos padrinos les dedica Gilda un apartado en sus agradecimientos. No se pierdan, quienes lean el libro, el agradecimiento a las comunidades de seguidores y esa lista de nicks que tanto nos han de sonar por aquí. Todos lo merecen, así como esos otros cientos a los que la propia autora se refiere. Todos sin excepción. Sobre lo dedicado a este gato tímido, he de confesar que no solamente me ha ruborizado, también me ha emocionado. No soy digno.

Entre los privilegios que atesoro por haber realizado mi labor de cronista de Gran Hermano durante diez ediciones (de la tercera a la doce), uno es culpa de Gilda Santana. Me refiero a esa noche que pasé en Guadalix, a su lado en el AVID (la sala de montaje de vídeo en la que ella trabajaba), casi durmiéndome porque: llevaba despierto desde las siete de la mañana de ese día, comenzamos sobre las doce y media de la medianoche y yo salía de allí al amanecer del siguiente día, sin opción de dormir hasta la noche. Mereció la pena cambiar la cama por esa madrugada a su lado, observando el solitario trabajo de esta guionista.

Ya he contado en ocasiones anteriores el complejo mecanismo que hace posible el trabajo de Gilda, compuesto por un valioso equipo humano en una estructura compleja y única en el mundo televisivo. No era el suyo un trabajo realizado en soledad sino dependiente de muchos otros. Pero en aquellas horas de la madrugada se enfrentaba sola al toro de contar de forma tan breve el relato diario de Gran Hermano. Y lo hacía con un mimo y un cariño admirables en alguien que llevaba tanto tiempo haciendo eso mismo.

Era la novena edición, y de vez en cuando me miraba sonriente, creo que para comprobar si ya dormía. No pegué ojo aunque igual di un par de cabezadas como un anciano. Me pareció apasionante comprobar su forma de trabajar, sin prisas pero tomando todo el rato decisiones rápidas. El diario se iba formando en su cabeza con más premura que en el editor de vídeo. ¡Fue una noche impagable!

Considero un gran acierto la elección de esta cubana, guionista de ficción que había conocido bien el mundo de los culebrones en Venezuela, para hacer su labor en el Gran Hermano español. Hasta ese momento, solamente se había emitido el programa en Holanda y Alemania. En ambos casos los programas diarios estaban construidos sobre un guión temático relativo a las distintas actividades de los concursantes. Unos minutos de su aseo diario, imágenes de las labores en la cocina, pinceladas de tal tarea o aquella otra. Todo ello sin ligazón alguna, prescindiendo de "los principios de la dramaturgia aristotélica, que busca la ilusión y la identificación del espectador con el relato" (capítulo 'Gran Hermano 1').

Fue ella quien cambió el lenguaje televisivo de este programa, incorporando tramas basadas en lo sucedido en la casa con el fin de intentar armar un relato en cada uno de los particulares episodios en los que se iría a convertir el resumen diario. Lo explica muy bien en este fragmento del libro (capítulo 'Gran Hermano 1'):

Sabia decisión. Sabia e importante. Así se ponían las bases de un lenguaje televisivo que no tenía precedentes. Y la responsable de ello se llama Gilda Santana, autora de 'Diez años en Gran Hermano. Diario de una guionista'. De todos modos, así explicado echo en falta algún componente importante. Me refiero a un elemento inesperado, una especie de ruptura de la cadena que debería enlazar siempre sólidamente lo que hacemos y lo que pensamos, las acciones y las creencias, las decisiones y el juicio. En medio de esa maraña, ella encontró la magia, y esta le hizo compañía hasta el final.

Siendo importante, no lo es tanto que fuera capaz de convertir una ilusión de realidad en lo más parecido a un relato de ficción. No tanto, al menos, como que tuviera el don de ponerle magia auténtica cada día. Si no fuera porque fui testigo durante diez años mirando mi pantalla de televisión, me resultaría imposible creer que es verdad. Así fue durante tantos años, siempre desde el más completo anonimato, sin querer aparecer siquiera en los créditos del programa.

Disfrutaremos de GH 12+1 leyendo con placer este libro. Recuerda que quedan tan solo unas horas. ¡No reprimas tu emoción!