Los sueños eróticos de Julián con Marimar llevan a que Jesús Quesada proponga una de las suyas: elaborar una lista con las puntuaciones de las chicas de la oficina. Se trata de valorar lo que a su juicio son elementos 'imprescindibles' en una muejr: cara, culo, tetas, piernas... y la personalidad sólo les sirve para desempatar.
Las chicas descubrirán lo que los hombres se dedican a hacer mientras toman el café pero, en lugar de ofenderse, se genera una eterna rivalidad entre ellas: Cañi le gana a Mónica en personalidad, Mónica piensa que son unos guarros y Cañi decide 'rellenarse' con papel higiénico. Al día siguiente, todas llegan en tirantes, Asun llora porque ha suspendido hasta en personalidad, Marimar reclama que ella ha tenido que sufrir dos partos...
Pero la más enfadada era Victoria o, al menos, eso pensaban Jesús y Julián quienes temían la reacción de la jefa de marketing. Ambos temen que Victoria, en el mejor de los casos, les eche a la calle y en el peor, que les arroje por una cuneta. Sin embargo, la reacción de esta será muy distinta.
Cuando Victoria llega a la máquina de café en la que se refugian Jesús y Julián, esta les dará la enhorabuena porque han conseguido generar más competitividad que nunca en la oficina por lo que han superado todos sus intentos por mejorar el autoestima en la oficina, "es una idea perversa, no sé cómo no se me ha ocurrido a mí", decía la jefa. Por ello, tiene una gran idea, que las chicas la hagan con ellos lo que no parece contentar a los amigos.