Miriam, la demandante : "Yo tengo una niña de dieciséis años y ya llevaba bastante tiempo yendo a las fiestas que organiza este hombre en su discoteca. Pero ya se están subiendo las fiestas de tono, un tono desagradable porque además son menores de edad. La última ha sido una subasta humana, con menores de edad y no lo puedo consentir. Vengo aquí para que usted se lo impida. No te puedo dejar en paz porque hay que mirar por los menores y quién mejor que su propia madre. Entonces resulta que en esta fiesta, en la subasta les hacían de subirse a una pasarela y bailar con movimientos obscenos. A la pasarela te subes y bailas tú. El que te crees que somos tontos eres tú, que estás lucrandote, pero por poco tiempo porque es una discoteca de salidos. Y dentro de nada los padres nos vamos a negar a que vayan a tus fiestas, porque esas fiestas no son ni de adultos. A parte de la subasta esta, este señor ha hecho otro tipo de fiestas: la de la camiseta mojada. Es indecente e insana porque mi hija se constipó, y luego se creen que mi hija está loca porque viene empapá. Mi hija tiene dieciséis años recién hechos. Otro día tenía que ir en minifalda. Mi hija se pone minifalda cuando ella quiere, no cuando tú se lo digas".
Nacho, el demandado : "Escuchando a esta mujer da la sensación de que estoy mercadeando con personas o sea. Yo lo que hice fue crear una alternativa que hay hoy en día, donde unas chicas pujan por chicos con dinero de mentira, de juguete. Y chicos pujan por chicos, también. El dinero es de juguete, forma parte del juego. Lo que solicito es que me deje en paz; desarrollar mi trabajo como vengo haciendo hasta ahora.¿Qué hay de malo en bailar? Está tratando a los chavales como si fueran tontos. Usted representa el colectivo de padres traumatizados por las relaciones entre hijas e hijos. Esto es lo más sano del mundo, lo más natural. Quien gana tiene un espacio reservado para que se conozcan, que hablen y si se tienen que dar un besito, se lo dan porque ya tienen edad y es lo más natural del mundo. Esto se viene haciendo todos los días y no se constipa nadie, si se constipo su hija mala suerte. Su hija hizo una puja por un chico de 6.000 euros, es la que mejor se lo pasa de todos. Esto fue en una fiesta anterior en la que las chicas pujaban por los chicos".
La opinión del público
En esta ocasión, los polemistas se han metido tanto en el papel que incluso se han enfrentado entre ellos. El debate le comenzaba un señor: "Creo que esta señora tiene cierta hipocresía en lo que está diciendo. Está descargando la educación de su hijo en una discoteca o en este señor que hace una serie de fiestas. La educación tiene que depender única y exclusivamente de usted. Yo tengo tres hijos y les he enseñado que ir a la montaña es más sano que ir a la discoteca". Por otro lado, un chico opinaba sobre la afirmación de este señor: "Mariano, en tu época a lo mejor no había la oportunidad de darlo a cononcer, ahora que tenemos la oportunidad hay que decir que esto es una fiesta totalmente machista. Desde mi punto de vista este hombre debería de dejar de hacer fiestas que denigran la imagen de la mujer, que la ponen en un escaparate como si fuera mera caranza. Y sin olvidar que son menores de edad y se les mete en la cabeza desde muy pequeñas que su cuerpo tiene un precio". Otro chico rebatía la última opinión: "Si, pero cuando se subastó a los chicos nadie se quejó. ¿Qué pasa que los hombres no son objetos sexuales?". Otro chico defendía a Nacho diciendo que "Este hombre lleva un negocio y estos niños vienen por su propia voluntad. No nos hagamos los locos de que con dieciséis años no sabemos lo que hacemos".
El veredicto
La nueva letrada, Isabel Wilkens Arce, ha debutado imponiendo la siguiente sentencia: "La infancia es un bien protegido, jurídicamente por todos los gobiernos del mundo, por todas las leyes y ordenamientos jurídicos, tanto nacionales como internacionales. Entre ellos destaca la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobado en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989. Visto esto Nacho, resulta imprescindible que nosotros ayudemos a nuestros niños, recuerdo menores de 18 años, a comprender que es una obligación respetar la dignidad de los demás y hacer que a uno le respeten la suya propia. Ningún ser humano puede ser subastado, bajo ningún concepto, ni siquiera tasado o valorado económicamente, aunque sea en un juego. En conclusión y en aplicación de la Convención citada, voy a estimar la demanda y voy a acordar la prohibición de la celebración de este tipo de fiestas en un futuro. Advirtiendo al demandado que este tribunal estará alerta sobre las temáticas que escoja para fiestas futuras. Esta es mi decisión".