Divina y coqueta, cual niña buena Ana Obregón se presentó en el plató ataviada con un vestido estilo años cincuenta con escote palabra de honor. Marcando cintura con un lazo azul, la actriz lució una recatada chaqueta que no tardó en quitarse. ¡El calor de losplatós! Sus zapatos, como no podía ser de otra forma, tenían un tacón de impresión. Y eso que Ana Obregón maldice al que inventó las dichosas 'alzas'. Pero cuando se trata de estar estupenda, todo esfuerzo es poco.
Siempre dispuesta a embarcarse en nuevos proyectos, Ana Obregón será la nueva cara de 'Hospital Central' en su quince temporada. Interpretará a una bióloga encargada de paliar un fuerte ataque de legionela en 'El Central'. "Voy a hacer de mí misma", explica divertida la actriz. ¿Quiénes e lo iba a decir a ella después de tantos años dedicada al mundo del espectáculo? Ahora, vuelve a repasar los libros que leía con veinte años.
Un nuevo proyecto laboral más en su currículum que deberá compaginar con el tiempo dedicado a familia y amigos. Porque, ante todo, para ella "la mayor suerte es que tus hijos y familia están bien". Porque Alexandro Lequio, con el que guarda una relación envidiable, explica que "Ana, por encima de todo, es buena persona y siempre se entrega a los demás". Tanto que el dinero que le han pagado por la entrevista realizada para la revista 'Hola' lo ha donado a la Federación Española del Síndrome de Down. No conforme con ser bióloga, actriz, empresaria, directora y guionista de series (seguro que alguno se queda en el tintero), ahora Ana también le da al reporterismo. Alcachofa en mano, recogió las impresiones, aspiraciones y alegrías de chavales con el Síndrome de Down. Un reportaje impagable para el debut de cualquier periodista que se precie. Sin duda, las hay con suerte. 1
Ahora que ha probado en sus carnes lo que supone ser periodista, ¿qué tiene que decir de la prensa? Aunque muchos consideren que la odia tanto como la necesita, ella afirma rotunda que preferiría vivir sin ella. "Me llevo bien con ella porque soy positiva y creo en el respeto". Seguro que a más de un profesional de los medios de comunicación le gustaría ofrecer su opinión. Pero, en esos momentos, ante los colaboradores de Ana Rosa, el plató era de 'la Obregón'.
Preguntar a Ana Obregón por Darek supone entrar en aguas pantanosas. Aunque ella prefiera "pasar palabra", debe una explicación a todo su público. Del romance desenfrenado y la defensa absoluta pasó al odio con el polaco. Polos tan opuestos que a veces cuesta entenderlos. Aunque asegura que la razón de la ruptura no puede contarla, confirma que "Darek ha pasado al olvido". Tardó siete meses en conseguir separarse de él definitivamente porque "fueron muchos motivos y algunos muy feos, pero como soy una señora, no los puedo decir". Decepcionada, explica que ella ha ido descubriendo al polaco poco a poco y el resultado ha sido nefasto. Convencida de que sin ella, poco tiene que hacer, explica sin complejos que "un hombre se hace famosos al estar conmigo. Si tiene una base y una formación, puede llegar a hacer algo. Si no la tiene, estará en los 'extrarradios'". Algo así como viviendo de la prensa del corazón y de trabajos menores en lugar de ser una gran estrella gracias al esfuerzo propio. Ahora, la actriz prefiere hombres más maduros y eruditos. "Tengo un romance con un hombre que me lleva 400 años: Beethoven"
Las dos sorpresas del día vinieron de la mano de su ex, Alexandro Lequio, y de el propio 'Programa de Ana Rosa'. El primero es un detalle no apto para diabéticos. Enmarcada y con un envoltorio difícil de retirar, el colaborador le regaló una foto con la imagen de él y de su hijo con un perro San Bernardo en medio. A falta de Ana, la mascota parece que dio muy bien en cámara. El segundo regalo consistió en la actuación del grupo de baile 'Vivancos'. Les conoce desde hace tres meses y se ha convertido en una verdadera fan de ellos. Porque ella, además de actriz, bióloga, guionista, etc, etc... también es bailarina (así lo confirmó uno de los integrantes de la compañía). Y es que la sensibilidad artística de Ana Obregón, y su innato olfato para los negocios, por otro lado, son sus dos talismanes.