Miriam Sánchez: "Es un concurso muy duro, en otros países han muerto concursantes"

TELECINCO.ES 06/05/2010 09:23

Para la periodista Cuca García Vinuesa, "lo único malo del reality fue descubrir a la vuelta, las críticas recibidas" desde España. Pero a pesar de eso, ella lo tiene muy claro: "Volvería encantada" porque al final "te quedas con todo lo bueno".

La colaboradora de 'AR', Miriam Sánchez, también lo tiene claro: "Yo volvería con los ojos cerrados". Para ella, lo que más le costó de estar en la isla fue "la parte emocional". "Echar de menos a la gente de aquí (había sido madre seis meses antes de embarcarse en la aventura) y relacionarse con los concursantes", ha explicado la también colaborada de 'Mujeres, hombres y viceversa'. Según ella, "había concursantes muy competitivos".

Joselito, el superviviente ruiseñor, tampoco se quedaría en España si hubiese un 'Supervivientes, el reencuentro'. Él, como ha dicho su compañera de edición, Miriam Sánchez, "estaba muy bien preparado. No tenemos que olvidarnos que estuvo en la guerra, en Angola".

Conclusión, el que realmente lo pasó mal en la isla fue Pedro Oliva. El cabrero de Gran Hermano 4 empezó con mal pie su aventura y su descenso del helicóptero casi le cuesta un porrazo. A partir de ahí, todo fue mal. De hecho, sólo ha vuelto "al mar de lejos", porque tras su paso por 'Supervivientes 2007' se dio cuénta de que es "un hombre terrestre". Y es que, "una cosa es quererlo hacer y otra cosa es poderlo hacer", ha explicado

Un concurso muy muy duro

Ya lo ha dicho Miriam, "Superviventes es una programa muy duro". "Fíjate si es duro, que en ediciones de otros países, uno murió ahogado haciendo una prueba y otro en una edición oriental de un infarto", ha relatado. Además, ha recordado el momento en que pasó una tormenta tropical y tuvo que dormir empapada: "Ese día flaqueé y se me escapó alguna lagrimilla".

Las pruebas, los insectos y el hambre son algunas de las cosas con las que tuvieron que lidiar estos ex concursantes, que no se fueron precisamente de vacaciones. Es más, para soportar este último, Joselito llegó a comer cosas prohibidas por el programa. "Mis compañeros decían que eran alucinógenos pero yo les decía, vosotros sí que vais a alucinar del hambre que hay aquí", ha relatado. Y tanto que alucinaron algunos, que hasta utilizaron las piedras como teléfonos móvil para hablar con Madrid. En realidad, los cactus no eran alucinágenos y estaban prohibidos porque "eran unos cactus protegidos y Telecinco tuvo que pagar".

El hambre llegó a ser tal que, cuando a Cuca le han preguntado por el mejor momento, lo primero que ha recordado fue "el sabor de la hamburguesa", que comió a su regreso. Aún así, por mucha hambre que se pase, cree que no hay problemas para sobrevivir. Y dicho esto, ha añadido "las puestas de sol y escuchar el sonido del mar todo el día". Su mayor problema es que no contaba que iba a echar tanto de menos a su madre y a sus dos hijos. A ella los bichos no le preocuparon tanto, porque es "una mujer de campo".

La convivencia, el otro gran handicap

A Pedro no le preocupó el hambre, sino que "estaba todo aquello rodeado de mar", ha insistido. Además ha seguido, "la convivencia tuvo sus luces y sus sombras", pero ha insistido en que "no tiene que ver con la de Gran Hermano 4", donde todos sus concursantes siguen manteniendo relación actualmente.

Joselito se ha unido a esta afirmación: "A mí lo único que me hizo perder un poquito los nervios, lo que más me descontroló fue el complot que hicieron las niñas cuando venían a hacer cosas de trampa. Hicieron una serie de cosas que iban directamente a cargarme".

Pero si fue dura en ediciones anteriores, los ex supervivientes no se quieren ni imaginar cómo será la de este año. Este año los 10 famosos tendrán que lidiar con ocho anónimos y ellos no se preocuparán tanto de las cámaras. ¿Qué pasará? La respuesta la tendremos esta noche.