Dos programas de la misma cadena, Telecinco. Una serie símbolo de la misma, 'Hospital Central'. ¿Acaso es comprensible que los primeros no puedan informar acerca de un evento tan importante, como es la incorporación de Ana Obregón como nuevo personaje de la segunda? Esto es, precisamente, lo que ha ocurrido.
Ana Rosa, entre asombrada e indignada, abría su programa con esta información. "A mí me parece un error", afirmaba la periodista. Aún así, señaló que una redactora del programa estaría a las puertas del recinto en el que se realizan las entrevistas para contar lo que ocurra.
"A mí me parece que hay libertad de información y uno puede preguntar y el famoso contestar o no", insistía Ana Rosa. Ya que, al no existir relación entre el programa que realizó la encuesta en relación a su hijo y 'AR', no hay razón real para que Ana Obregón vete a la 'Cadena Amiga'. Lequio, sin embargo, no opina lo mismo. "¿Le ha pasado algo a Jaime Cantizano? Esa es la principal prueba de que no es verdad". Además, considera que "lo único que importa es la facturación", haciendo referencia a un programa en concreto, que según el colaborador, sólo atiende a intereses mercantilistas. "¿Te estás refiriendo a un programa que produce Cuarzo, productora de la que yo soy propietaria? Si vamos a hablar claro, hablemos claro", le increpó Ana Rosa.
Y es que la historia está adquiriendo un cariz casi de ofensa profesional. "Aquí estamos para informar y la información no nos la inventamos". De hecho, la periodista señaló que en su programa, todo el mundo es libre de opinar lo que quiera. De hecho, se le ha dado cobertura a Luis Rollán, que en todo momento se ha mostrado del lado de la actriz.
'El Programa de Ana Rosa' no ha pretendido, en ningún momento, emponzoñar la imagen de Ana Obregón. Tan sólo contar lo que ocurre. "Yo nunca he dicho que sea un delito y no lo sé, y espero que no lo sea. Nadie ha condenado a Ana, y nadie ha dicho que sea un delito hasta que no lo diga un juez", reiteraba Ana Rosa. Sin embargo, lo que teme la actriz es que durante la presentación el pregunten sobre el tema. Algo que, por otro lado, también podría pedir sin tener que vetar la entrada de ningún medio de comunicación. "Entiendo que sólo quiera hablar de su trabajo, pero decir que este u otro programa o las cámaras no entran...". Esa es, desde luego, harina de otro costal. De nuevo, se abre un debate muy recurrente estos días: ¿está el derecho a la privacidad por encima del derecho a la información?