El presunto asesino de Laia, Joan Francesc López Ortiz, ha declarado ante el juez. En un relato poco creíble, explica que alguien entró en su casa durante la tarde del asesinato de la niña en Vilanova i la Geltrú. Según su versión, perdió unas llaves hace unos días y mientras se duchaba escuchó un ruido en su habitación. "Al salir de la ducha fui a coger ropa y vi a una chica doblada... era una niña, había mucha sangre. Yo no podía moverme ni hablar ni respirar... pero intenté reanimarla", relata.
En su declaración, mostrada en exclusiva por 'El programa de Ana Rosa. Joan Francesc asegura que no recuerda nada de lo que sucedió el día del crimen. Tras casi cuatro horas de interrogatorio ante el juez, el detenido quiere dejar clara su adicción: "Ese día había consumido mucha droga y alcohol por la situación de enfermedad de mi madre". Además, quiere dejar constancia de que cuando consume drogas, pierde la cordura. "En mi sano juicio no haría nada". "Soy un puto drogadicto de mierda. Las drogas me impidieron reaccionar".
Al ver encontrarse con el cadáver de Laia, el presunto asesino dice que intentó llamar a su padre, pero no conseguía recordar el número de teléfono y se bloqueó. También confiesa la causa de su viaje a China. "A lo largo de mi vida he tenido algún brote agresivo... por eso me fui a trabajar a China".
Por último, pide perdón a la familia de la víctima, aunque trata de jugar al despiste. "Lo siento mucho, yo no era consciente. Lo siento por su familia y por el daño que he hecho, pero juro y perjuro que no recuerdo nada". "Desde hace tiempo faltan cosas en mi casa. Yo juraría que hay alguien que está robando. Todavía hay una parte de mí que me dice que había alguien más allí".
Las primeras horas de Joan Francesc en prisión: "Miedo y obsesionado por conseguir tabaco"