¿Cómo fueron las 72 horas de Joan Francesc López Ortiz en el calabozo? ¿Se comportó de forma extraña o confeso algo durante su estancia en la comisaría de los Mossos durante las primeras horas de su detención? 'El programa de Ana Rosa' ha hablado en exclusiva con el compañero de calabozo del presunto asesino de la pequeña Laia.
A pesar de que ninguno de los presos conocía el caso, fue imposible no notar algo especial en la llegada del presunto asesino de la niña. "Había mucho alboroto de policía y chillidos", cuenta. Además, el compañero de calabozo cuenta cómo era la celda en la que Joan Francesc pasó los tres días: una celda de unos 3 metros de largo por 4 de ancho. En su interior, una cama de hormigón con una colchoneta y mantas y un "murito" para hacer sus necesidades. Además, la celda tenía una puerta de barrotes.
En su entrevista, realizada por el reportero Miquel Valls, el compañero de celda explica que se eligió una celda especial para el asesino de Vilanova i la Geltrú y habla del comportamiento de Joan Francesc López. "Estaba en principio alterado, quería una ambulancia y pedía cigarros, cigarros, cigarros".
El nerviosismo del presunto asesino de la niña parecía ir a más, aunque el entrevistado cree que no estaba relacionado con la presunta adicción a las drogas. "Había dos compañeros toxicómanos que pegaban patadas a las puertas y gritaban porque tenían abstinencia, pero este chico no ha tenido ningún comportamiento violento", dice. Además, cree que las drogas no pudieron afectar a Joan Francesc cuando cometió presuntamente el asesinato: "un tío que va drogado, va drogado, no piensa... este tío fue premeditado. No dejó entrar a los padres, no dejó entrar a los vecinos..."
Por último, el entrevistado relata que Joan Francesc fue trasladado en varias ocasiones al hospital, un tratamiento poco habitual, ya que durante las primeras 72 horas los médicos solo pueden visitar el hospital en una ocasión.