El excura David Vargas estafó presuntamente tres millones y medio de euros y guardaba el dinero en dos maletas de grandes dimensiones en su casa de Sant Vicenç de Castellet, Barcelona. El excura tenía un patrimonio artístico y cultural de valor incalculable, un tesoro con diamantes reales incluidos que habría adquirido en los últimos 10 años.
Vargas mentía y manipulaba supuestamente a sus víctimas, todas con el mismo perfil: mujeres mayores, viudas y con mucho dinero. Tras un intento de suicidio fue detenido por los Mossos d'Esquadra. Está detenido desde hace un mes, pero podría quedar en libertad durante los próximos días. Vargas pasó años como sacerdote de una iglesias de un pequeño pueblo barcelonés y fue expulsado de la Iglesia tras aparecer una foto suya en actitud sexual y acompañado de otro hombre.
Los vecinos del municipio catalán se sientes engañados. "Se veía venir", dice una vecina que tenía sospechas de Vargas. En la localidad, el excura estafador vivía en una gran casa que adquirió tras inhabilitar a una mujer. En la parroquia, a 200 metros de la vivienda, captaba a sus víctimas.