La jueza ha llamado a declarar en calidad de testigos a los senderistas que llegaron al pozo minutos después de que cayera el pequeño Julen. Ellos fueron los encargados de llamar a Emergencias al enterarse del accidente.
Este programa ha hablado en exclusiva con los tres senderistas, dos hombres y una mujer, que se encontraban paseando muy próximos a la finca de Totalán aquel trágico domingo 13 de enero. Su intención ese día era ver los almendros en flor y conocer el dolmen de Totalán, cuando escucharon unos gritos desesperados. Al escuchar las voces de pánico de la familia de Julen, se acercaron al pozo por el que se precipitó Julen tan solo unos minutos después del trágico suceso.
"Llegamos unos tres minutos después del accidente. Vivimos una escena de pánico. Todos nos tumbamos y llamamos al niño desde el agujero. También somos padres y entendimos su sufrimiento", dicen. Los senderistas cuentan por primera vez lo que sucedió en la parcela de Totalán. Aseguran que no vieron ni escucharon al niño y cuentan que la familia estaba tan nerviosa que fueron ellos los que avisaron a Emergencias.
"Llamamos al 112. Le enviamos una ubicación del sitio porque no sabíamos explicarles dónde estábamos. Hasta que llegaron estuvimos una media hora intentando consolar y animar a la familia", dicen al respecto.
También han hablado de los tensos momentos que se vivieron inmediatamente posterior a la caída del pequeño Julen: "La familia se asomó al agujero. Y nosotros también. Le aconsejábamos al padre que tuviera cuidado para que no cayera más arena y piedras. Para que no se perjudicara más la situación. Intentábamos poner calma".
Sobre las acusaciones cruzadas del pocero y el dueño de la finca por la responsabilidad del suceso, dicen: "No podemos aclarar si había una piedra junto al agujero". En los próximos días declararán como testigos en los juzgados de Málaga.