El juicio por el crimen del pequeño Gabriel ha quedado visto para sentencia. El jurado popular permanece en estos momentos incomunicado en una sala de 15 metros con las persianas bajadas durante el día, aislados del mundo exterior y sin límite de tiempo.
Esa es la situación de los 9 miembros del jurado (7 mujeres y 2 hombres) decidirán el futuro de Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte de Gabriel. Los miembros del jurado no podrán abandonar ese habitáculo hasta que dicten un veredicto. El espacio cuenta también con una pequeña sala con cocina, un fichero para consultar el sumario, una televisión con DVD para revisar las sesiones del juicio y una urna para depositar los votos.
Frente a ellos tendrán que responder a un cuestionario de 30 hechos llamado ‘objeto del veredicto’ en el que tendrán que probar hechos como si Ana Julia mató a Gabriel para infligir dolor a su madre o si simuló estar abatida durante las batidas para encontrar al niño durante los 12 días de búsqueda.
La Fiscalía pide para la acusada prisión permanente revisable, lo mismo que la acusación particular, que añade ensañamiento y el agravante de premeditación. Por su parte, la defensa de Ana Julia Quezada ve en los hechos un homicidio imprudente con penas de tres años de cárcel, aunque dejan abierta la puerta a un homicidio doloso con penas de 15 años de prisión, una condena que evitará la prisión permanente revisable.