48 horas después de secuestras a Abel Diéguez, los secuestradores se ponen en contacto con su mujer para solicitar un rescate y le advierten que si no hace lo que le piden su marido morirá. En una segunda llamada, los secuestradores le reconocen que Abel no era la persona a la que querían secuestrar pero aún así le piden el dinero. "Si no resuelve lo del dinero, mañana será viuda."