Ricardo Sanz ha desvelado que las agendas se incautaron en febrero, meses después de que vendieran Nueva rumasa y que trasladaran a la opinión pública que estaban en la ruina. Además, diez meses antes de la incautación han presentado el concurso de acreedores de sus diez principales marcas. Según Ricardo Sanz, estas agendas desmontarían la versión ofrecida por los hijos de Ruiz Mateos. "En esas agendas están poniendo negocios multimollonarios y plasman sus gastos mensuales y sus necesidades. En las agendas queda claro que están planificando la estrategia para vaciar su patrimonio y ponerlo a nombre de testaferros, hombres de paja o sus propias mujeres para intentar, en caso de que se produjera una operación judicial, que esas propiedades no estuvieran a su nombre."